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 martes, 08 de junio de 2004

Los maestros reclaman un aumento salarial y que el presentismo pase al básico
Amsafé amenaza con paros, pero Educación dice que está "al límite"
Tessa pidió que el gobierno de Obeid cumpla sus promesas, aunque la ministra ya descartó otro incremento

Silvina Dezorzi / La Capital

"Los maestros están muy enojados", advirtió ayer el secretario general de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), José María Tessa, antes de recordarle al gobernador Jorge Obeid que "debe hacerse cargo" de haber prometido en su campaña que la educación sería prioritaria. "Si no, habrá conflicto", amenazó. Otro que se sumó al reclamo fue el recién electo titular de la delegación Rosario, Gustavo Terés, al afirmar que los maestros "están hartos" y sigue sin haber "ni una señal concreta" sobre la prometida incorporación del presentismo al básico. El resto de los reclamos es conocido: recomposición salarial, ningún docente por debajo de la línea de pobreza y discusión de temas previsionales. Mientras ayer se hacía público que los empleados de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) cobrarán un aumento de 240 pesos, la ministra de Educación, Carola Nin, negó que haya margen para rediscutir salarios en su área. "La propuesta que hicimos en marzo y que los docentes aceptaron marcó el límite de nuestras posibilidades presupuestarias", se atajó.

Las recientes elecciones en el gremio docente santafesino ofrecen algún marco para leer el conflicto que se avecina. Tessa acaba de ser reelecto al frente de Amsafé provincial, pero la lista opositora que ganó en Rosario puede meter presión a los reclamos.

"Se puede negociar desde la inmovilidad o desde la movilización", advirtió Terés, al frente de la coalición de agrupaciones de izquierda que la semana pasada se impuso en las elecciones a nivel local.

El nuevo dirigente también subió el tono a los dichos de Tessa sobre que los maestros están "muy enojados" y aseguró que, más bien, "están hartos". No sólo porque, según dijo, "cuestionaron y rechazaron el acuerdo" al que gremio y ministerio llegaron en marzo, sino también porque "no existen señales concretas" de que vaya a pasarse el presentismo al sueldo básico. En ese punto coincidieron ambos: los reclamos son parte de "una promesa preelectoral" que Obeid no está cumpliendo.

"El ánimo en las escuelas está mal, los maestros están muy enojados y con malestar en las escuelas por la falta de infraestructura para trabajar, por las condiciones laborales inadecuadas, por el bajo salario, por la inseguridad y por el presentismo que extorsiona y chantajea a los docentes para que vayan a trabajar enfermos", describió Tessa.

Ese "malestar" fue el disparador para que ayer el gremio le solicitara formalmente una audiencia a la ministra. Sin embargo, no hubo mayor optimismo. "Todo indica que respuestas no va a haber", arriesgó Tessa, por lo que no descartó que vaya haber paros. "Si los compañeros votan el paro, vamos a hacerlo; lo que desde ya puedo adelantar es que si no hay respuestas habrá conflicto", disparó.

Al menos por las respuestas que Nin anticipó ayer a la prensa, el horizonte viene cargado. Sin medias tintas la ministra repitió, una y otra vez, que la propuesta de otorgar un aumento gradual de 60 a 100 pesos a lo largo del año ya fue aceptada por los docentes y marca "el límite de las posibilidades presupuestarias". Aun así, prometió habilitar el diálogo.

"Cuando se habla de calidad en educación, no se puede cometer ninguno de estos errores: uno es creer que la variable salarial es la única y el otro, no considerarla", afirmó Nin. La ministra también aseguró que el incremento escalonado "significó más de 47 millones de pesos", una suma tope para el presupuesto del ministerio, y que Santa Fe figura entre las provincias del país que más recursos destina a educación.

Sobre el tema del presentismo, una eterna reivindicación de los docentes para que se les incluya en el sueldo básico, la funcionaria aseguró "estar trabajando en una flexibilización" para algunos casos, como las internaciones prolongadas. Y también se amparó en que sólo lleva seis meses de gestión y el tema se sigue analizando.

Los plazos para el diálogo que Nin prometió mantener abierto con los maestros parecen, por ahora, bastante holgados. En principio, el propio Tessa evaluó que recién podría haber novedades para que los docentes debatan en asamblea provincial a principios de julio y no vio probable que puedan decidirse medidas de acción directa antes de las vacaciones de invierno.

Desde la delegación Rosario, Terés (que asumirá recién el 1º de julio) le dio una vuelta de tuerca a esa espera y alentó a "negociar, pero movilizados".

El dirigente también sostuvo que el incremento otorgado a los trabajadores de la EPE debe servir como "referencia" para pedir una suma similar de aumento en los salarios de toda la administración pública provincial. "Eso es nivelar para arriba, en una provincia de las más ricas del país y que acumula una fuerte recaudación fiscal", afirmó.

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La ministra insitió con que Educación quedó al límite luego del aumento de marzo.

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