| sábado, 05 de junio de 2004 | Reestructuración. Hubo diferencias en la reacción de distintos grupos de bonistas ante la nueva protesta El gobierno reiteró que la oferta por la deuda no tiene segunda vuelta Nielsen se reunió con un grupo de ahorristas. "Acá no hay segunda vuelta", advirtió el presidente Kirchner El gobierno mantuvo ayer la primera reunión con un grupo de tenedores de bonos argentinos nucleados en la Argentine Bond Reestructuring Agency (Abra) luego de la oferta anunciada esta semana por el Ministerio de Economía, que según señaló el presidente Néstor Kirchner, no tiene "segunda vuelta".
"Acá no hay segunda vuelta, o la toman o mala suerte, los argentinos no vamos a poner en juego la viabilidad", sentenció el primer mandatario durante un acto en Río Turbio.
Un rato antes, en una escala en Río Gallegos el presidente Kirchner había señalado en relación al proceso de reestructuración de la deuda que "no hay repechaje y lo digo con toda fuerza" y reveló que "los fondos buitres están nerviosos y están actuando".
"Esta es la viabilidad que tiene la Argentina, hicimos una propuesta para salir del default, y no una propuesta para salir y después al poco tiempo volver a caer en él", afirmó el primer mandatario.
El presidente Kirchner señaló que "esta es una propuesta seria, para salir definitivamente" de la cesación de pagos y consideró que las agrupaciones de bonistas que anticiparon su rechazo a la oferta argentina "son especuladores. Ellos compraron los bonos a 7 u 8 pesos y quieren obtener todo el lucro posible".
"O toman este camino o que tomen el camino que quieran, nosotros de muy buena fe estamos ofreciendo esta posibilidad porque si nos comprometemos a cosas que no podremos cumplir saldremos por un año pero después estaremos en la misma situación que hoy", insistió el primer mandatario.
Las declaraciones del presidente Kirchner se conocieron minutos después de la primera reunión que mantuvieron representantes del Ministerio de Economía con tenedores de bonos, luego de que se diera a conocer la propuesta mejorada que incluye el reconocimiento de los intereses y un incentivo para los nuevos títulos atado al crecimiento de la economía.
"La reunión se concretó con el objetivo de avanzar en el proceso de canje de deuda, de acuerdo a los lineamientos planteados públicamente cuando se anunció la propuesta de reestructuración", señaló una alta fuente del Palacio de Hacienda.
El gobierno estuvo representado por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen; el secretario de Coordinación Técnica; Leonardo Madcur, y el subsecretario de Financiamiento, Sebastián Palla.
Por su parte, Adam Lerrick, Enrique Bollini y Angel Gurría representaron a la delegación de la Argentine Bond Reestructuring Agency (ABRA), una de las vertientes del Comité Global de Tenedores de Bonos de la Deuda Argentina (GCAB), la agrupación más crítica a la propuesta argentina.
"Fue una reunión técnica focalizada en el proceso de canje de deuda, lo que significa que el Gobierno avanza en la dirección anunciada oportunamente", aseguró la fuente.
Abra, además de convertirse en una de las vertientes del GCAB, es una agrupación formada por el economista norteamericano Adam Lerrick, que representa a pequeños bonistas de Alemania, Italia, Austria y Japón.
En el Comité Ejecutivo de esta agrupación, que asegura representar a bonistas que tienen una cartera de 37.000 millones de dólares, conviven bancos suizos y japoneses, entre los que se encuentran el Mitsubishi y el Shinsei.
El encuentro de ayer por la mañana, que se llevó a cabo en el despacho de Nielsen, muestra a las claras que existe predisposición en ambas partes (el gobierno argentino y los acreedores) para obtener una definitiva solución en el tema de la deuda privada.
La buena disposición de Abra para avanzar en las preliminares del canje de deuda se diferencia de cierta postura combativa de la Task Force Argentina (TFA), agrupación que es liderada por el banquero italiano Nicola Stock, quien ya cuestionó públicamente la propuesta de reestructuración de deuda anunciada por el gobierno.
Tratándose de dos asociaciones que se encuentran bajo el abanico de la GCAB, las posiciones encontradas reflejan las primeras diferencias en la postura frente a la oferta del gobierno argentino.
La próxima semana continuarán las reuniones con distintos grupos de acreedores, que tomarán nota de las características del canje de deuda, el paso previo a la obtención de un acuerdo definitivo con los acreedores privados.
La oferta argentina, anunciada el martes pasado por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, prevé una quita récord de 60.900 millones de dólares, aunque reconoce los intereses caídos desde diciembre de 2001 y prevé un incentivo para los nuevos títulos de acuerdo con el crecimiento de la economía.
Tanto el presidente Néstor Kirchner como el ministro de Economía, roberto Lavagna, enfatizaron que se trata de la última oferta a los tenedores de bonos.
De hecho, la propuesta implica una mejora respecto a la oferta inicial presentada en Dubai el año pasado, que incluía una quita del 75% a los acreedores. La nueva oferta reconoce los intereses caídos hasta diciembre del año pasado, período que se extendería hasta junio en el caso de que logre una aceptación del 70% de los bonistas. De esta forma, el gobierno disminuyó en los hechos, mediante un mecanismo financiero, el porcentaje de quita inicial.
El plan de reestructuración, avalado por el FMI y Estados Unidos, dividió las filas de los acreedores. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Nielsen se reunió con una asociación de bonistas. | | |