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 miércoles, 02 de junio de 2004

La escasa capacidad de las escuelas para contener a los chicos es la principal causa de deserción
Medio millón de adolescentes están fuera del sistema educativo
La proyección, tomada del censo de 2001, comprende a la franja de población entre los 12 y los 17 años

La pobreza, la exclusión y la escasa capacidad de las escuelas para contener son las causas principales de la deserción escolar, un problema en aumento que, según la oficina local del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), deja fuera del sistema educativo a medio millón de adolescentes en Argentina.

Las cifras son proyecciones oficiales reconocidas por el Ministerio de Educación de la Nación y están centradas en la franja de la población entre los 12 y los 17 años. El sistema educativo argentino atiende a unos diez millones de chicos en todos los niveles.

Las estadísticas son el resultado del cruce de los datos aportados por el Censo Nacional de Población y Vivienda con los últimos indicadores de la Red de Educación Federal.

"La mayoría de estos jóvenes proviene de los extractos más pobres de la sociedad y parece condenada a perpetuar el círculo de la pobreza", alertó el organismo internacional.

La situación de los estudiantes argentinos es similar a la de sus pares del resto de los países latinoamericanos. En el país, más del 90 por ciento de los niños empieza la escuela pero son muy pocos los que la terminan y, menos aún, los que logran acceder a la universidad.

"Todos los niños de seis años están en las aulas pero los índices de abandono en la escuela media son alarmantes", advirtió Unicef, que añadió que "más de 900 mil estudiantes repitieron una o dos veces y según las últimas estadísticas, sólo un tercio de los jóvenes está en el último año del secundario".

"Empezamos mal", sentenció el coordinador del Area de Diagnóstico y Política Educativa del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (Iipe), Emilio Tenti Fantfani al buscar el origen del problema.

"Los pobres ingresan a la escuela a los 6 años y no a los 4 como está establecido -explicó el especialista del Iipe, organismo que depende de la Unesco-. Hasta los 12, todos están en las aulas; el problema es a partir de los 13, cuando se hace más fuerte la deserción".


Razones
Tenti Fantfani, quien además es sociólogo, identificó dos motivos del abandono escolar: las razones socioeconómicas (hogares pobres, falta de empleo, familias fragmentadas) y una oferta escolar poco estimulante y de mala calidad.

"Nadie cuestiona la escuela: los chicos dejan «porque no les da la cabeza» o no pueden pagar sus estudios o «no les interesa», explicó. Ahora, me pregunto, el interés ¿es innato? La institución escolar, ¿no debería estimular a los chicos para que se interesen?".

Las autoridades del Ministerio de Educación tampoco están conformes con la calidad del secundario y reconocieron que la formación y la deserción entre los estudiantes de ese nivel son preocupaciones excluyentes entre las prioridades del área.

"La escuela media está afectada por problemas de inclusión y calidad", afirmó la titular de la Subsecretaría de Equidad y Calidad Educativa de la cartera, Mirta Bocchio.

"La educación es un derecho social. Los Estados tenemos la obligación de crear las condiciones para que todos tengan la oportunidad no sólo de ir a la escuela, sino de acceder a una educación de calidad", aseguró Bocchio.

Para Alberto Croce, director de la Fundación SES, el desafío es múltiple. "Hay que incluir a estos chicos que están fuera de la escuela, trabajar en la formación docente y en la reestructuración de las currículas", dijo.

Croce apuntó que el problema de la exclusión es tan serio como el problema de la calidad y agregó que sólo entre el 15 y el 20 por ciento de los estudiantes de la escuela media "está aprendiendo satisfactoriamente lo que los docentes esperan que aprendan".

"La mirada del estudio como trampolín al trabajo ha sido el gran argumento cultural de la década de los 90", explicó el especialista.

"En una sociedad en la que el estudio como formación humana, libertad interior y posibilidad de tomar decisiones y ejercer ciudadanía está devaluado, entonces se centra todo el aspecto cultural en el trabajo y como la crisis del trabajo es muy grande, la ecuación no siempre funciona y genera más deserción", concluyó. (Télam)

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