Una banda con presuntos contactos policiales asoma detrás de un crimen

Un informe de las TOE reveló irregularidades de la comisaría 14ª en la investigación del asesinato del jubilado Lino Iannotti. Creen que el mismo grupo sería responsable de los homicidios de otros dos ancianos

osvaldo Aguirre-Paola Irurtia / La Capital

Una banda que pudo haber contado con protección policial estaría detrás del crimen de un jubilado italiano que fue asesinado hace cuatro años en su casa de la zona oeste. La sospecha surge de un informe de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) que detectó graves irregularidades en la actuación de la comisaría 14ª y el Comando Radioeléctrico y se proyecta a los casos de otros ancianos que, en distintos hechos ocurridos en los últimos años, murieron en circunstancias similares y sufrieron el mismo destino: la muerte impune.

"A mi padre no lo mataron delincuentes comunes sino una mafia muy poderosa, con muchos participantes. Esas personas son asesinas y están en libertad", dijo Silvana Iannotti, hija de Luis Gino Iannotti, quien fue muerto el 15 de abril de 2000, cuando tenía 78 años, en su casa de pasaje Morse 2187 (Riobamba al 5400).

Iannotti señaló que la investigación del crimen "está congelada" y que "no se tomaron medidas indispensables".

En relación al caso un informe elaborado por la sección Investigaciones Criminales de las TOE, en poder del juez interviniente, Juan José Pazos, puntualizó:

u La comisaría 14ª y el Comando Radioeléctrico actuaron con tal negligencia que fue imposible preservar la escena del hecho y en consecuencia se frustró la posibilidad de obtener rastros.

u La comisaría 14ª intentó desviar la investigación tratando de inculpar a personas inocentes.

u El día del crimen hubo un llamado desde el teléfono de Eva Leonor García, conocida viuda negra, a la comisaría 14ª. La mujer habría estado relacionada con el subjefe de la seccional, comisario Carlos Vannelli.

u El dinero que desapareció de la casa de Iannotti habría sido robado por agentes de la seccional 14ª que fueron a investigar lo sucedido.

Según una fuente de la investigación, los autores del crimen de Iannotti serían los mismos que quienes mataron a María del Carmen Nievas, de 81 años, estrangulada en su casa de San Juan 1449 el 17 de mayo de 2000, y a Salvador Cubito, de 78, apuñalado en Amenábar 3549 el 30 de noviembre del mismo año.

En ambos casos, según la fuente, se produjeron falencias graves: en la investigación del crimen de Nievas se perdieron cabellos encontrados en las manos de la víctima y que habrían pertenecido al homicida; Fanny Rosell, relacionada con el homicidio de Cubito, consiguió escapar de la cárcel de mujeres junto con Eva García en una fuga que tuvo la apariencia de haber sido facilitada.


El undécimo tomo
Lino Gino Iannotti vivía con su hija, Silvana. Un día antes del crimen, la mujer había viajado a Italia, para ver a su madre. El jubilado fue hallado ahorcado con un cinturón. La policía dijo que se consideraba la posibilidad de un suicidio.

Según un acta elaborada por la comisaría 14ª a las 0.30 del 16 de abril de 2000, "la hija de la víctima había informado desde Italia, de manera telefónica, que dentro de una enciclopedia tendría guardada la suma de 4 mil pesos". Los policías dijeron que "autores ignorados habrían sustraído" el dinero y asesinado a Iannotti.

El dinero se hallaba en un tomo de la colección Lo sé todo, en total doce volúmenes ubicados en una biblioteca, en la habitación donde fue asesinado Iannotti. La hija de la víctima había prestado uno de los libros, por lo que en total había once tomos.

De acuerdo al informe de las TOE, después de enterarse del lugar en el que se encontraba el dinero, el comisario Raúl Cortés (entonces jefe de la seccional, luego fallecido en un accidente de tránsito) y otros policías no identificados "ingresaron a la habitación en donde se encontraba la víctima y la biblioteca, con los tomos de la colección, sin testigo alguno en un primer momento".

Luego, los policías hicieron ingresar a una testigo para que buscara el dinero entre los libros. De acuerdo a las fotografías que se tomaron, el examen se hizo sobre diez tomos. El undécimo volumen, misteriosamente, no estaba en la biblioteca. El dinero no fue encontrado.

El tomo faltante apareció días después en la misma habitación. "Se encontraba a la vista e inclusive con algunos papeles desparramados sobre una máquina de coser ubicada entre el ropero apoyado sobre la pared norte de la habitación y la pared este que da al patio trasero de la finca. Es llamativo el hecho que hacia esa perspectiva no se haya tomado ninguna fotografía, ni los policías que ingresaron en la habitación lo hayan visto", apuntó el informe de las TOE.

En base a tales datos surge la sospecha de que el dinero fue robado por los policías. Otro elemento que converge en el mismo sentido es la información de la propia policía: en principio no se había detectado el faltante de dinero ni de objetos de valor; luego se dijo que la hija de Iannotti había denunciado el robo de dinero, lo que era falso (sólo advirtió dónde estaba el dinero).


Una voz conocida
El día del crimen se produjo una llamada desde el teléfono de Eva Leonor García a la comisaría 14ª. La mujer en cuestión es la conocida viuda negra que logró escapar de la Unidad 5 el 23 de junio de 2002 (ver aparte). De acuerdo al libro de guardia de la seccional, al momento de la llamada desde el teléfono de García la máxima autoridad en la seccional era el subjefe, comisario Carlos Vannelli. Según las TOE, este oficial admitió que García "es conocida de él".

Por otra parte, Iannotti había comentado días antes de su muerte que había conocido a "dos mujeres del Pami". Se presume -aunque todavía no hay demasiados elementos para confirmar la hipótesis- que pudieron tener relación con el crimen. Los asesinos ingresaron a la casa sin forzar ninguna puerta, por lo que de alguna manera debieron ganar la confianza del jubilado.


Todo lo que no se debe hacer
El informe con que cuenta la Justicia de Instrucción cuestionó la actuación del

Eva García hace dos años que es perseguida por la justicia.