Comienza el juicio oral contra una banda de narcos de barrio Las Flores

El principal acusado es Sergio Arriola, el "Colorado". Enfrentan cargos de asociación ilícita y comercio de drogas

Una resonante causa de narcotráfico comenzará a ser ventilada a partir de mañana en el Tribunal Federal, cuando se inicie el juicio oral y pública contra doce personas que enfrentan cargos de asociación ilícita, transporte y financiamiento del comercio de estupefacientes y tenencia de estupefacientes. La causa tiene como principal acusado a Sergio Javier Arriola, el Colorado, detenido en 2002 en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz.

Además de Arriola, se sentarán en el banquillo de los acusados María Antonia Luján Barboza, Oscar Gregorio Caminos, Rubén Ricardo Ferreyra, Silvia Verónica Gauna, Jorge Guillermo Ivanoff, Sandra Elizabeth Adams, Hugo Daniel Benítez, Claudia Mabel Ramacho, Viviana Beatriz Mendoza y dos mujeres menores de edad al ocurrir los hechos. Otro presunto integrante de la organización, Ramón Gustavo Acosta, permanece prófugo.

El grupo fue detenido tras un operativo realizado en septiembre de 2002, cuando se confiscó un cargamento de marihuana importada de Paraguay. La celebridad de Arriola procede de otros hechos de su historia: tiene una condena cumplida por narcotráfico -lo que agrava su situación actual-, participó en una grotesca fuga de la ex alcaidía de la Jefatura de Policía (ver aparte) y está sindicado como líder de uno de los clanes que desde hace años libra una sostenida guerra en el barrio Las Flores, ante la mirada impotente de la policía.

Según la acusación, la banda traía marihuana de Paraguay y tenía su sede en el barrio Las Flores. Arriola ejercía la dirección, secundado por Caminos y Barboza. La investigación se realizó en base a escuchas de teléfonos celulares que se iniciaron en abril de 2002.

Las escuchas se realizaron sobre teléfonos celulares de Arriola, Caminos, Barboza y dos hombres de nacionalidad paraguaya que supuestamente actuaban como proveedores de la marihuana. Los paraguayos, identificados como Abelio, Carlos y Sebastián, trataban a Arriola de "doctor".

Los sospechosos se percataron de que eran vigilados por Drogas Peligrosas. "Me siguen por todos lados, Colo -se quejó Caminos ante Arriola, en una conversación-. Sabés hasta dónde me siguieron, hasta (la ciudad de) Vera".

La pinchadura de los teléfonos sirvió para saber que en septiembre de 2002 Arriola preparaba un viaje al norte del país en busca de marihuana. Posteriormente, se interceptó una llamada que hizo el Colorado desde Posadas, dirigida a Barboza, y en la que aparentemente le dio instrucciones para preparar un auto y seguir sus pasos. "Que se venga por la (ruta) 12, por el lado de Goya", recomendó.

También en base a las conversaciones telefónicas, se supo que Arriola circulaba por Posadas en compañía del ahora prófugo Acosta.

La banda cayó el 7 de septiembre de ese año, cuando policías de Drogas Peligrosas los interceptaron en la ruta 168, poco antes del cruce de la ruta 1 y cerca del túnel subfluvial.e incautaron 62 kilos de marihuana que transportaban en el baúl de un Fiat Duna. En ese auto viajaban las dos menores, Ferreyra, Adams y Martino, mientras que en un Fiat Uno, que lo escoltaba, iban Ivanoff, Benítez, Ramacho y cuatro hijos de ésta.

Según los investigadores, la presencia de los menores respondía a la estrategia de generar una apariencia familiar y disipar las eventuales sospechas en controles policiales. Por una precaución similar se habría decidido que Caminos no participara del viaje, ya que era conocido por policías.

Arriola parecía preocupado por las formas. "A la Piojito ténganla bien vestida -se escuchó en otra de sus conversaciones-. No es por nada, así no muestra la hilacha". También pidió a otros de sus cómplices que "no sean nada sospechosos".

Los investigadores sospechan asimismo que los vehículos en cuestión eran adquiridos ad hoc para el transporte de drogas y luego vendidos o cambiados.

Voceros policiales informaron entonces que "todo el dinero obtenido por la comercialización de la droga era invertido en vehículos usados, algunos de ellos incautados en los operativos. Tenían los papeles en regla y los compraban por derecha, aunque el dinero venía por izquierda".

Posteriormente se realizaron una serie de allanamientos en el barrio Las Flores, donde se secuestraron dos escopetas y una tumbera.

En el inicio del juicio se leerá el texto de la acusación. Un total de sesenta y cuatro testigos fueron citados a declarar. Entre ellos se encuentran los miembros de Drogas Peligrosas que participaron de los operativos y Mario Ruiz, de la sección Observaciones Judiciales de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), donde se realizaron las escuchas telefónicas.

Los doce acusados serán juzgados por el Tribunal Oral Federal que integran los jueces Laura Cosidoy, Santiago Harte y Otmar Paulucci.

Uno de los vehículos incautados a la banda.