Ñuls saldó holgadamente la deuda con su gente

Newell's estaba en deuda con su gente. La fatídica racha de 10 partidos sin ganar, que recién se cortó hace una semana ante San Lorenzo, y sobre todo la seguidilla de partidos sin conocer la victoria en el Coloso eran una mochila demasiada pesada, que se iba agrandando con el correr de los encuentros. Los jugadores y el cuerpo técnico lo tenían demasiado presente y lo recordaban permanentemente. Por eso ni bien terminó el partido ante los azulgranas en el Nuevo Gasómetro, el grupo se propuso regalarle una buena actuación y un triunfo a su gente, que lo sigue de manera incondicional, aún en los peores escenarios posibles.

Por eso la victoria de anoche para los jugadores también fue especial. No sólo porque ganaron su segundo partido en forma consecutiva, justo cuando el clásico está a la vuelta de la esquina, con el envión psicológico que eso le agrega, sino por que pagaron con creces la deuda moral que mantenían con la gente.

Y lo hicieron de la mejor manera. Con una goleada inapelable, con pasajes de buen fútbol en el complemento, pero sobre todo con una contundencia poco acostumbrada en ellos. En esto mucho tuvo que ver no sólo la desequilibrante actuación de Patiño, sino también la buena actuación de Marino, que felizmente poco tiene que ver con el jugador inexpresivo de torneos anteriores. Este mete, pelea y cuando tiene la posibilidad juega. Sólo falta que a su cambio de ritmo y precisión en ofensiva le agregue final para despegar y transformarse en el jugador que siempre insinuó ser. En Rosada, que antes de que el partido se desvirtuara, fue un pac-man en el medio para pelear en desigualdad numérica y ganar. En Aguirre, que pese a jugar como lateral, mostró toda su jerarquía, no sólo para quitar sino también para mandarse al ataque. Y Domínguez, que como él mismo dijo, le faltaba jugar bien ante su gente. Anoche fue otro de los que pagó la cuenta, porque aguantó en el fondo y se mostró seguro en la marca. El resto acompañó bien. Esta vez fueron muy poquitos los que no estuvieron a la altura de las circunstancias.

Patiño recuperó el nivel que los hinchas le reclamaban.