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 sábado, 06 de marzo de 2004

Aumenta la polémica en torno a la partida del ex presidente haitiano
Aristide dijo que Francia conspiró junto a EEUU para sacarlo del poder
Afirmó desde el exilio que nunca hubo dimisión formal. Sus partidarios manifiestan en Puerto Príncipe

París. - La denuncia del depuesto presidente haitiano, Jean Bertrand Aristide, que afirma haber sido víctima de "un secuestro político" y las demandas para que se investigue la actuación de EEUU y Francia acentuaron ayer la polémica sobre las condiciones de su marcha al exilio. Las circunstancias de la salida de Aristide han estado envueltas en el misterio. En una conversación telefónica con su abogado, Aristide afirmó desde su exilio en Bangui que quiere "regresar" a su país porque "no hubo dimisión formal según las normas" y acusó a Francia de complicidad con EEUU en su "secuestro político".

El ex presidente señaló que fue víctima de un golpe de Estado y que fue forzado a abandonar el país por "agentes estadounidenses". El ex mandatario hizo comentarios ayer desde la República Centroafricana, desde donde se cree que viajará a Sudáfrica. En todo caso, aseguró que cualquier viaje que haga será un paso previo a su retorno a Haití. "No soy la clase de persona que permanece en el exilio. Si tengo que hacer una parada en Sudáfrica, lo haré antes de regresar a casa".

Funcionarios del gobierno de la República Centroafricana ahora dicen que Aristide sólo supo de su destino 45 minutos antes de que el avión tocara tierra en ese país y que tanto él como sus acompañantes estaban resguardados por 60 infantes de marina de EEUU.


Rapto internacional
Países del Caribe vecinos de Haití y Sudáfrica reclaman una investigación, mientras su abogado francés estudia presentar una demanda contra el embajador de Francia en Haití en nombre de Aristide. El abogado Gilbert Collard declaró ayer que Aristide estaba pensando denunciar al embajador de Francia en Haití por el "rapto internacional" del que dice haber sido víctima.

El ex presidente haitiano aceptó dejar el cargo para evitar un baño de sangre, insistió Collard. "En ningún caso aceptó abandonar el territorio de Haití. En ningún caso aceptó viajar en dirección a Bangui (capital de la República Centroafricana), que era algo que no sabía", aclaró. Para el defensor de Aristide, "es inconcebible que un jefe de Estado democráticamente elegido pueda poner su mandato en manos de una potencia extranjera. Hay unas reglas constitucionales que EEUU y Francia deberían conocer".

París reaccionó ayer a esas acusaciones. El ministerio de Relaciones Exteriores consideró que el término de "complicidad" empleado por Aristide era totalmente inapropiado. "Las cosas están muy claras, no hay materia para ninguna clase de polémica. Dijimos que el presidente Aristide se enfrentaba a sus responsabilidades y las asumió", declaró el portavoz del ministerio Hervé Ladsous.


Pedidos de investigación
Pero la partida de Aristide suscita interrogantes en todo el mundo. El presidente de la Comunidad del Caribe (Caricom), Percival Patterson, reclamó una investigación independiente al considerar que sienta un "peligroso precedente" para la democracia. Patterson, primer ministro de Jamaica, afirmó haber hablado con Aristide el sábado poco antes de su partida. Durante esta conversación nada hacía "pensar que estaba pensando en dimitir o en no completar su mandato, que debía terminar en 2006", aseguró.

Sudáfrica, que podría acoger a Aristide, también pidió una investigación supervisada por la ONU para "aclarar las circunstancias que condujeron a la partida" de Aristide.

Pero EEUU, que ayer aceptó tomar el mando de las tropas extranjeras actualmente desplegadas en Haití que representan la vanguardia de la futura fuerza de estabilización de la ONU, rechazó tajantemente esa investigación.

Miles de airados partidarios del exiliado presidente se lanzaron ayer a las calles y muchos marcharon hacia la embajada de EEUU en Puerto Príncipe, para denunciar la "ocupación" de su país y demandar el retorno del ex mandatario. Una multitud estimada en más de 10.000 personas se manifestó en la capital, gritando contra los marines norteamericanos y calificando al presidente George W. Bush de "terrorista", enojados con la partida de Aristide hacia Africa hace cinco días luego de una sangrienta rebelión y presiones de Washington. (AFP y DPA)

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Soldados franceses patrullan las calles de Puerto Príncipe.

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