Desde el gobierno se evaluó un cambio de actitud de la funcionaria más dura

Krueger estrenó despacho en el FMI en línea con Lavagna

Voceros de Economía omitieron detalles del diálogo telefónico. El martes vencen u$s 3.100 millones

"Krueger llamó a Lavagna. Fue un diálogo breve y en tono amable, sin grandes definiciones", fue la explicación del vocero del ministro, Armando Torres, sobre el tema que el jueves sobresaltó a los funcionarios de Hacienda: Krueger, la dama de hierro, se sentaba en el sillón principal del Fondo Monetario Internacional (FMI). La flamante directora interina del organismo multilateral se comunicó con el ministro de Economía un día después que Horst Köhler se alejara de su cargo para postularse a la presidencia de Alemania.

El llamado de la funcionaria llegó cuando aún el FMI no se expidió acerca de la aprobación o no de la segunda revisión de las metas acordadas con el país y cuando se acerca el día en que la Argentina debe afrontar un pago con el organismo.

Aunque no se revelaron detalles de la charla, seguramente no se pasó por alto este vencimiento de 3.100 millones de dólares que opera el martes próximo, y que el gobierno ya adelantó que cubrirá sólo si recibe una señal de que el directorio del Fondo aprobará la segunda revisión.

La llamada de Krueger en cualquier caso sirvió para disipar parcialmente las versiones de que su llegada a la cumbre de la entidad enturbiaría la negociación argentina, dada su hostilidad pasada hacia los reclamos del gobierno.

"El reemplazo de Köhler no debería preocuparnos, porque si bien la relación con Krueger no fue la mejor, era otra Argentina", buscó tranquilizar el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y agregó que hoy "el mundo reconoce el sobrecumplimiento de las metas y el camino elegido es el de la responsabilidad y la seriedad, así que esperamos una respuesta afirmativa".

"Nuestra postura es firme, pero estamos negociando desde buena fe desde que abrió su propuesta. Debemos seguir por el mismo camino porque nadie nos prometió un camino de rosas", añadió Fernández en declaraciones radiales.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, opinó por su parte que "no hay que perder de vista que la Argentina está negociando con una institución", y agregó que "no vamos a pensar que la negociación está porque se encontraba Köhler".

No obstante, el funcionario reconoció que "Anne Krueger es parte de las posiciones más ortodoxas dentro del Fondo", y señaló que "objetivamente Köhler era un hombre que había empezado a entender el tema de la deuda en América Latina, a diferencia de otros integrantes del Fondo".

En tanto, sin que el Fondo haya emitido hasta ahora la esperada "señal" que anticipe la aprobación de las metas ya cumplidas, el Gobierno espera el resultado de sus gestiones y las del presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva ante los siete países más industrializados (G-7), cuyos representantes en la entidad resolverán si dan el sí antes del martes.

Si bien las metas monetarias y fiscales fueron cumplidas con holgura, el tema que genera más rispideces es la negociación con los acreedores de la deuda en cesación de pagos, que para algunos gobiernos no registró los avances necesarios.

Los países con más reparos sobre esa negociación son Italia, Japón, Gran Bretaña y Alemania, aunque el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, también advirtió ayer que el Gobierno debería mejorar la oferta de reestructuración presentada en Dubai el año pasado.

"Llegó la hora de que todos los argentinos nos pongamos firmes, a veces hay que decir que no, plantarse y no tener miedo", replicó esta semana Kirchner, en uno de los actos que aprovechó para fustigar al FMI.

El primer mandatario recibió hoy un fuerte espaldarazo de la comunidad financiera internacional, en una reunión que mantuvo con el jefe del poderoso grupo español Santander Central Hispano, Francisco Luzón, para quien Argentina "ha cumplido con sus compromisos" ante los organismos multilaterales.

Ayer, al anunciar su alejamiento del Fondo Monetario, Köhler se declaró "cautelosamente optimista", y reconoció que "hay mucha mejora en la Argentina", por lo cual consideró que "debería ser más fácil ahora encontrar una solución para la reestructuración de la deuda internacional".