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 sábado, 06 de marzo de 2004

Laureado escritor japonés cree que la cultura de su país se muere

El escritor japonés Kenzaburo Oé, ganador del premio Nobel de literatura 1994, afirmó ayer que la cultura de su país "está muriendo" y que Japón se encuentra "en una encrucijada fundamental de su historia", donde "la superficialidad invadió todos los niveles con el triunfo de la charlatanería".

"En Japón, la cultura, entendida como capacidad de reflexión sobre el presente y el futuro de la humanidad, está muriendo", señaló Oé en el Círculo de la Prensa extranjera.

El caso de su país "es sintomático de una gran potencia económica que se ha autoprivado de poder cultural, con intelectuales que van de un talk show a otro, abdicando felices de su rol de conciencia crítica de la sociedad", opinó Oé.

El autor de "Una experiencia personal", dijo también que la actual situación es "el triunfo de la charlatanería en busca de fáciles consensos y de la superficialidad brillante que invade la sociedad en todos los niveles".

Según Oé, no es su intención hacer distinciones entre la alta y la baja cultura. "Para mí cultura es pensar el presente y el futuro del hombre. Y aquí, Japón, como capacidad de propuesta, está ausente y dispuesto a aprender de los otros, nunca a decir algo propio".

La crisis, según el escritor, se da también en la política. "El primer ministro Junichiro Koizumi goza de una tasa de popularidad nunca alcanzada hasta ahora, porque es el máximo exponente de la charlatanería".

"Lo que distingue a Koizumi -agregó- es la sonrisa irónica y burlona con que vuelve a sentarse en su lugar para mirar complacido a sus adversarios. Como negándoles la posibilidad misma de desafiar el pensamiento único dominante".

El premio Nobel se refirió críticamente a las modificaciones profundas de la política internacional de su país, que pasó sin un verdadero debate de una visión de la cultura de la paz, basada en el rol de la ONU, a una visión de intervencionismo militar y del activismo junto a Estados Unidos, como lo demuestra el envío de soldados a Irak.

"Ahora, en los próximos cinco años, los mismos que me doy de vida a mí mismo -dijo con ironía-, se quiere modificar la Constitución y la ley fundamental sobre educación, dos pilares que plasmaron el Japón de posguerra". (Télam)

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