| sábado, 06 de marzo de 2004 | Jorginho, el playboy de Brasil, ingresó en la leyenda El más famoso playboy brasileño, Jorginho Guinle, falleció ayer en Río de Janeiro a los 88 años de edad, dejando atrás una verdadera leyenda por su derroche de dinero y su interminable lista de conquistas amorosas, que incluyó a Marilyn Monroe, Jane Mansfield, Kim Novak y Rita Hayworth.
Guinle había dejado el jueves pasado un hospital de Río de Janeiro después de firmar un documento negándose a someterse a una operación para tratar un aneurisma en la aorta abdominal, y cumplió su deseo de morir en una habitación del fastuoso hotel Copacabana Palace, construido por su familia en 1923.
Descendiente de una familia de comerciantes franceses, Guinle heredó una verdadera fortuna de centenas de millones de dólares cuando tenía poco más de 20 años de edad, y desde ese instante dedicó su vida a gastar todo su dinero en fiestas y regalos para seducir a actrices y mujeres famosas.
Su abuelo Eduardo Palassin Guinle era un vendedor de telas en Río de Janeiro cuando en 1882 recibió de la corona imperial brasileña la concesión, durante 92 años, del Puerto de Santos (Sao Paulo), en momentos en que Brasil vivía el auge de la exportación de café, lo que le permitió acumular una fortuna estimada en 2.000 millones de dólares, a valores actuales.
En París, Guinle se matriculó en el College de France, donde estudió filosofía. A partir de entonces, se definía a sí mismo como un "materialista radical".
En los últimos años, sin embargo, después de gastar toda su enorme fortuna, el famoso playboy pasó a vivir de favor en casa de amigos, al tiempo que millonarios conocidos de otras épocas depositaban eventualmente algún dinero en su cuenta bancaria.
A partir de la década de 1940, pocos playboys en todo el mundo tenían la capacidad de derroche de dinero y de seducción de Guinle, a pesar de su 1,63 metro de estatura que disimulaba con zapatos de 10 centímetros de altura.
Mantuvo un romance con Marilyn Monroe cuando el ícono de las mujeres aún no tenía ese nombre y era conocida como Norma Jean. Pero el gran amor de su vida fue Romy Schneider. "Cuando volvió a los brazos de Alain Delon, quedé como un pierrot abandonado", confesó. (AFP) enviar nota por e-mail | | |