| sábado, 06 de marzo de 2004 | Homosexualidad: genética o cultural Afirma Gerard van den Aardweg, psicólogo holandés, catedrático desde hace más de treinta años, que biológicamente los homosexuales (atracción sexual hacia personas del propio sexo) son normales en cromosomas, hormonas sexuales y constitución física. Hubo un tiempo, el de Freud, en que se pensó que la homosexualidad se debía a factores hereditarios, pero esta hipótesis no ha podido ser confirmada. Podría afirmarse que todos los intentos de demostración de un determinismo genético de este tipo de conducta adolecen de seriedad y rigor y no han aportado ningún tipo de evidencia convincente. Después del conocimiento del genoma humano, que se supone ha amplificado las posibilidades del tal empeño, la situación es la misma. No hay tal evidencia y el carácter o la condición genética de la homosexualidad es más fruto de un deseo que de una realidad. Fracasado el intento de un hallazgo genético, se presenta otro argumento: el concepto de "género". Según esta ideología, la masculinidad y la feminidad no estarían determinados por el sexo sino por la cultura. Aquí ya no importa tanto cómo nace la persona (varón o mujer) sino lo que elegirá ser luego (masculino o femenino). Ejemplo: una persona puede nacer mujer y elegir luego ser varón. Inclinarse a lo masculino o femenino ya no sería un determinismo "genético" sino un determinismo "cultural" emergente en la sociedad. Por ello, con la evidencia actual y sin perder de vista lo que pudiera surgir, hay que mantener al día de hoy que el homosexual no nace, sino que se hace, lo que convierte a la homosexualidad en un problema moral, aunque sus defensores deseen arduamente sacar la discusión de este ámbito. Hoy en día sólo existe el derecho a defender la homosexualidad y quienes no aplauden esta conducta por considerarla perjudicial para el desarrollo individual y social de la persona humana son inmediatamente acusadas de autoritarias e intolerantes.
Doctor Javier Travella, psiquiatra
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