| domingo, 22 de febrero de 2004 | Ñuls empató con Independiente y quedó en un lugar más confiable Pese a la ida de Veira, los rojinegros sacaron un muy buen punto en la Doble Visera de Avellaneda Mauricio Tallone / La Capital Si bien apenas se llevaban jugadas dos fechas del Clausura, para Newell's igualmente se trataba de un partido frontera. De esos que fijan en qué hemisferio queda parado un equipo. Y el empate 1 a 1 ante Independiente ubicó a los rojinegros en un lugar más confiable del que habían ocupado una semana atrás en el debut contra Banfield. Pero claro, la intempestiva decisión de Héctor Veira de renunciar como director técnico de Newell's simula entregar una lectura bastante diferente a la que mostró su equipo a lo largo de los noventa minutos. Porque si el Bambino tendría que haber elegido algún encuentro para despedirse, el de anoche no fue precisamente el más oportuno y se descansa en cómo jugaron sus dirigidos.
El trámite no tuvo una característica uniforme. Porque entregó pasajes interesantes en el primer tiempo, con un Newell's menos organizado que su rival y un repunte interesante del Rojo a partir de los veinte iniciales. La segunda etapa resultó algo más visceral y tumultuosa, sobre todo por el corazón que pusieron los rojinegros y la obcecación del conjunto de Pastoriza, sin dar con la hendija que le pusiera cara a cara con el triunfo.
Igualmente, a Newell's le resultó bastante incómodo el inicio. Es que se encontró con un Independiente que avanzó paulatinamente con su fútbol y ese lapso inicial coincidió con el mejor entendimiento de Manso, Giménez y Ríos, que se coronó con ese cabezazo de emboquillada del chaqueño para establecer la ventaja.
El gran mérito de los hasta anoche dirigidos por Héctor Veira estuvo en no desesperarse cuando transcurría el complemento. El ingreso de Javier Morales por el improductivo Villar le permitió tejer alguna réplica en ofensiva y de a poco empezó a mostrar las ínfulas de un rival que no se iba a quedar en las casillas y esperar mansamente una derrota. Y en eso gravitó Mauro Rosales, quien se encargó de ridiculizar, a los 73', a toda la defensa de Independiente y estampó el 1 a 1 que reflejaba con más elocuencia lo exhibido hasta ese momento por ambos equipos.
Además, después de esa igualdad, Newell's supo afirmarse con una defensa que sacó sin miramientos cualquier pelota que quedaba boyando en el área de Palos y con un mediocampo que nunca le sacó el cuerpo a la recuperación. Esta virtud le permitió controlar el partido en el fregadero del medio y edificar lo que más le convenía. Sobre todo porque para ese tiempo los rojinegros ya habían sufrido la expulsión de Silvani.
Apenas se consumieron dos jornadas del Clausura, pero este repunte futbolístico que mostró anoche Newell's en la Doble Visera tuvo varios puntos de contacto con el equipo que en algún momento soñó Veira, pese a que anoche decidió ponerle fin a su ciclo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Toda la elasticidad en acción. Mauro Rosales no llega y Eluchans rechaza como puede. | | |