| miércoles, 14 de enero de 2004 | La cumbre. Kirchner se reunió con su par norteamericano en Monterrey Bush apoyó la posición argentina El tema de la deuda externa fue el eje de la conversación, que duró 45 minutos, media hora más de lo previsto En una reunión que duró media hora más de lo pautado, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le expresó a su par argentino, Néstor Kirchner, que su país respalda a Buenos Aires en la negociación con el FMI pero le aconsejó despejar las "habladurías" sobre eventuales incumplimientos para dejar en claro que "honrará lo acordado".
Luego de asegurarle que confía "plenamente" en el compromiso asumido por el gobierno argentino con los organismos de crédito internacionales, Bush le manifestó ayer a Kirchner su "preocupación" por la situación de la democracia en Venezuela y en Bolivia.
Durante 45 minutos y al margen de la Cumbre de las Américas ambos presidentes estiraron un encuentro que iba a durar 15 minutos con la intención de dejar atrás las fricciones generadas por críticas de Roger Noriega, responsable para América latina del Departamento de Estado, a la política argentina sobre Cuba.
Kirchner calificó como "muy franca y productiva" a la reunión con Bush y precisó que "Argentina planteó que se habían cumplido correctamente todas las metas económicas" con el FMI, por lo que se pidió "la temprana revisión de las cuentas" del segundo tramo del acuerdo teniendo en cuenta que el país "cumplió anticipadamente" con lo previsto.
La controversia por Cuba, disparada con las declaraciones de Noriega sobre el "giro a la izquierda" de Argentina, fue diplomáticamente dejada fuera de la agenda, al igual que el tema del Alca.
No faltaron palabras de apoyo en una charla que fue y volvió desde la situación económica al interés norteamericano por conocer la postura argentina frente a la situación de Bolivia y Venezuela.
Bush le remarcó a Kirchner su desconfianza hacia su par venezolano Hugo Chávez, a quien tildó de "demagogo", y dijo que es necesario "que impere la democracia" en ese país. El patagónico respondió que junto con el presidente de Brasil, Lula da Silva, "estaban en permanente en diálogo con Chávez para que Venezuela no estuviera aislada".
Bush también expresó su "preocupación por la consolidación de la democracia en Bolivia". Ante ese planteo, Kirchner le informó que "se estaba haciendo un esfuerzo por la estabilidad en Bolivia y le explicó la propuesta del gasoducto de Tarija", indicaron voceros del cónclave.
El jefe de la Casa Blanca preguntó luego si Argentina, como Chile, tenía problemas limítrofes con Bolivia, y fue la primera dama, Cristina Fernández, la que se encargó de responderle que ya no había conflictos con uno u otro país.
Enfrentados en dos sillones de la sala de conferencias de La Pinacoteca del centro de convenciones La Fundidora de Monterrey, Kirchner repasó los índices de crecimiento de la economía argentina, pero advirtió que la negociación por la deuda no podía ser un "toma y daca".
"Tenemos que ser serios, yo quiero marcar un punto de inflexión, que a partir de aquí se haga con seriedad, la Argentina no podría cumplir con otra propuesta", enfatizó Kirchner en referencia a la quita del 75%.
El intercambio fue cordial y conceptual y, además de los presidentes, participaron el canciller Rafael Bielsa; el ministro de Economía, Roberto Lavagna; el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini; la consejera de Seguridad de EEUU, Condoleezza Rice, el secretario de Estado Collin Powell; el subsecretario del Tesoro, John Taylor, y Arthur Carr, jefe de Gabinete norteamericano.
No hubo pedidos específicos, según informaron voceros oficiales. Pero Bush insistió con su consigna: "Sabemos que hay habladurías", dijo, y explicó el temor de quienes las transmiten: "Que no van a pagar en marzo".
De esa forma Bush aludió a los tres mil millones que debe desembolsar la argentina al FMI en dos meses. Y luego enfatizó su consejo: "Que quede claro que la Argentina está cumpliendo y va a cumplir" y que tiene "plena confianza en el compromiso asumido por el gobierno argentino".
"Todo lo contrario", respondió Kirchner sobre las "habladurías" y dijo que el país está haciendo "un gran esfuerzo por cumplir". Luego criticó las "dilaciones" del FMI en la aprobación de las metas, explicó que Argentina pidió adelantar a febrero la próxima revisión y que deseaban que el organismo financiero respondiera en el futuro "con celeridad".
"Nosotros podemos ayudar, pero este es su gobierno", fue la respuesta de Bush.
Antes de retornar a Buenos Aires, Kirchner dijo que las "habladurías" a las que hizo referencia Bush "son presiones que ejercen algunos acreedores que como ven que Argentina se está recuperando quieren venir por la recuperación".
Como anteayer lo hizo con el director del FMI, Horst Köhler, Kirchner repasó el plan económico puesto en marcha por su gobierno y los resultados que consideraban auspiciosos en cuanto al PBI y los índices de empleo.
Luego volvió sobre la deuda y recordó que durante su gestión en Santa Cruz rechazó las tasas de interés del 30% que ofrecían en Argentina y llevó los recursos al exterior, donde ofrecían apenas un 1%.
La anécdota sirvió como prólogo para que Kirchner concluyera que quienes compraron bonos argentinos con tasas del 30% "sabían que estaban apostando al casino".
"Nosotros somos un accionista, pero usted se está ayudando a sí mismo y eso es fundamental", contestó el norteamericano. "Le voy a hablar siempre con sinceridad", dijo Kirchner hacia el final. "Se lo agradezco", saludó Bush, y se despidieron con un apretón de manos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Kirchner le puso límites al Alca y admitió la hegemonía de Estados Unidos. | | |