| miércoles, 14 de enero de 2004 | La cumbre. El presidente Lagos se negó a debatir la salida al mar de Bolivia Chile y Bolivia sacaron de la modorra al foro de Monterrey "La bandera va a ser nuestra", desafió el jefe del Estado trasandino, quien luego se esmeró en pedir disculpas Una antigua demanda de Bolivia por una salida al mar sacudió el cierre de la cumbre hemisférica en Monterrey, luego de que el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, demandó a su homólogo chileno, Ricardo Lagos, una solución al tema.
Mesa y Lagos discutieron abiertamente en la última sesión de trabajo sin llegar a un acuerdo sobre la petición de Bolivia, que se arrastra desde que perdió el acceso al mar en una guerra contra Chile en 1879.
"Convocamos al presidente Lagos y al gobierno de Chile a buscar con nosotros una solución definitiva a nuestra demanda marítima", dijo Mesa al encender el debate frente a todos los mandatarios del continente, excepto Cuba.
Sin embargo, Lagos respondió que la cita hemisférica en México no era "un foro pertinente" para discutir la mediterraneidad de Bolivia, que calificó como un asunto bilateral entre ambos países sudamericanos.
El presidente chileno ofreció restablecer de inmediato relaciones diplomáticas, a lo que Mesa respondió que ello ocurriría sólo una vez que se resolvieran las demandas bolivianas. Chile y Bolivia rompieron sus relaciones diplomáticas hace 26 años y sólo mantienen contactos a nivel consular.
Tras escuchar el planteamiento del presidente boliviano, Lagos fue enfático al declarar que "Chile no tiene temas pendientes con Bolivia. Si de diálogo se trata, ofrezco relaciones diplomáticas aquí y ahora. Pero la bandera que flameará va a ser la nuestra".
La hora del perdón En una rueda de prensa luego del cierre de la cumbre, Lagos reafirmó su posición de que se trata de un asunto bilateral, pero lamentó el debate de la mediterraneidad de Bolivia en el foro hemisférico. "No puedo menos que lamentar lo que ha ocurrido en el día de hoy", declaró el presidente chileno.
Mesa, quien asumió tras una violenta revuelta que derribó al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, viajó a Monterrey con la misión de promover las demandas marítimas de Bolivia durante la cumbre, algo que la cancillería chilena calificó como un camino errado. enviar nota por e-mail | | |