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 domingo, 04 de enero de 2004

Una sonda de la Nasa tomó varias muestras del cometa Wild-2
La nave pasó a 230 kilómetros de la "cola" del astro y recogió miles de partículas

La sonda espacial Stardust tuvo un exitoso encuentro con el cometa Wild-2, sobrevolándolo a 230 kilómetros de distancia a 21.960 kilómetros por hora, y logró obtener fotografías de su núcleo de 5,4 kilómetros de diámetro y tomar las muestras de polvo de su cola cometaria, que dentro de dos años llegarán a la Tierra para su estudio.

La sonda de la agencia espacial estadounidense Nasa consiguió anteayer (a las 16.44 hora argentina) introducirse en la estela del cometa Wild-2, lo que le permitió recopilar muestras de partículas de gas y polvo además de fotos detalladas del núcleo del astro.

"Las cosas no habrían podido suceder mejor, ni siquiera en un cuento de hadas", afirmó el director del proyecto Stardust (Polvo de Estrellas), Tom Duxbury, desde el centro de comando de la misión, ubicado en el Jet Propulsion Laboratory de la Nasa, ubicado en Pasadena, en el estado de California.

"Las imágenes conseguidas por la sonda en el interior de la estela del cometa son mucho mejores que lo habíamos podido imaginar en nuestros mejores sueños. Nos ayudarán a comprender mejor los mecanismos que rigen la naturaleza de los cometas", dijo por su parte el investigador Ray Newburn.

Las partículas que recogió la sonda quedaron atrapadas en una paleta repleta de celdas que están rellenas con un producto de alta tecnología denominado aerogel, que tiene la particularidad de retener las diminutas partículas sin alterarlas.

La sonda Stardust, que tenía previsto acercarse a un máximo de 300 kilómetros del núcleo del cometa, terminó acercándose a 230 kilómetros, atravesando la "coma" de cometa, la envoltura de gases y partículas que se forma en torno a su núcleo.

Este sobrevuelo a 21.960 kilómetros por hora era muy arriesgado, puesto que "cualquier partícula de un tamaño superior al centímetro podría haber destruido por completo la sonda y llevado al fracaso a la misión", a pesar de que la nave está blindada para soportar impactos de ese tamaño o menores.

Durante toda la fase de encuentro, la sonda capturó granos cometarios y tomó fotografías sin parar, a un ritmo de una imagen cada 30 segundos, y en los minutos finales del encuentro tomó imágenes cada 10 segundos.

Parte de esta información ya fue enviada por la sonda hacia la Tierra, y los científicos del centro de comando en Pasadena recibieron las imágenes luego de 20 minutos, pues la información radial demoró ese tiempo en recorrer los 390 millones de kilómetros que separan a la Tierra del lugar en donde ocurrió el encuentro entre la Stardust y Wild-2.

"Esta es la primera vez que se obtienen partículas de un cometa y que serán trasladadas a la Tierra para su estudio", afirmó por su parte Don Brownlee, de la Universidad de Washington y el responsable científico de la misión. "Esperamos que esas partículas nos ayuden a explicar cómo se formó el Sistema Solar, cómo nacieron los planetas y de qué clase de materiales están hechos", dijo.

Pero los científicos deberán esperar hasta enero de 2006 para poder estudiar las muestras, pues la sonda Stardust deberá ahora emprender su regreso a la Tierra y recién llegará dentro dos años.

Cuando se acerque a la órbita terrestre, Stardust, que fue lanzada el 7 de febrero de 1999 y lleva recorridos en el espacio más de 3.220 millones de kilómetros, soltará una cápsula que ingresará a la atmósfera y aterrizará en un desierto cercano a una base militar en Utah, Estados Unidos. Entonces las muestras serán trasladadas al Centro Espacial Johnson de Houston, en Texas. (Télam)

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El núcleo del Wild-2.

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