Irlanda: Un cuento de Navidad

El país europeo revive las tradiciones para celebrar la Nochebuena. Villancicos y conciertos en iglesias

La Navidad en Irlanda del Sur es una celebración especial, un momento para disfrutar en compañía de padres, hijos y amigos. También es una época donde se reviven las tradiciones, los niños disfrutan del saludo de Papá Noel en las tiendas y se prepara el gran banquete familiar del 25 de diciembre.

La más antigua de las tradiciones irlandesas para la víspera de Navidad consiste en iluminar las ventanas con velas blancas, ya que esto ayudará a que el Niño Jesús arribe a la casa sin perder el rumbo. Las velas deben permanecer encendidas durante toda la Nochebuena.

También hay tradiciones musicales asociadas a la Navidad. En las calles irlandesas se concentran grupos de cantantes entonando villancicos, a veces con más entusiasmo que talento musical. Además hay conciertos gratuitos en iglesias, catedrales y teatros.

Un dato que vale la pena recordar es que la ciudad de Dublín, capital de Irlanda del Sur, tuvo el honor de ser el primer lugar del mundo donde, en 1742, Handel interpretó por primera vez El Mesías.


El regalo prometido
En los grandes centros comerciales se puede adquirir todo lo que se necesite para colocar al pie del arbolito. Las vidrieras de los shoppings lucen fabulosas. Y Graffton Street, principal calle peatonal de Dublín, se convierte en un desfile colorido y multitudinario de personas comprando obsequios. Existen también ferias especiales donde se exhiben objetos realizados por artesanos irlandeses, como porcelanas, tejidos y pinturas.

Las verdulerías y carnicerías también son muy concurridas en estos días, allí se consiguen los ingredientes para la mesa navideña: pavo, cerdo, ganso y pato.

Un ritual del que participan los niños es saludar a Papá Noel, "Santy", como se lo conoce aquí, que está presente en grandes tiendas y museos. Además se instalan centros de patinaje con hielo artificial y se recrea la imagen de Santa Claus con renos y trineo.


Vísperas de Navidad
En vísperas de Navidad la gente va a misa. Es la última actividad que se realiza durante el día. Luego, en cada casa se saborean panecillos calientes y un irish coffee (café, whisky, azúcar y crema), especial para cuando el frío penetra hasta los huesos.

Es la última oportunidad para poner los regalos navideños bajo el pino. Falta solamente preparar una rebanada de pan y un vaso pequeño de buen whisky irlandés, que será depositado junto al árbol para Papá Noel, y unas zanahorias para los renos. Esta tarea la realizan los niños.

Durante la mañana del 25 de diciembre la familia se reúne para abrir los regalos y luego se contacta con amigos y familiares. Incluso los más osados salen rumbo al mar para darse una zambullida. Créase o no, la tradición dice que un chapuzón el día de Navidad otorgará fuerzas y energía para comenzar el año y estar protegido de enfermedades. Tales hazañas heroicas son seguidas a menudo de un vaso de whisky caliente. Luego, promediando las 6 de la tarde, viene el ritual de la familia, la gran cena de Navidad.

Reunidos alrededor de la mesa, familiares y amigos saborean el banquete: pavo al horno relleno con papas asadas y salsa de mantequilla y coñac, repollitos de Bruselas y zanahorias.

El postre, budín con frutas, tiene que ser realizado con anterioridad, para lograr la maceración y un mejor sabor. Durante la preparación del budín cada miembro de la familia debe revolver la mezcla antes de que el postre sea cocinado. Todo para que la buena suerte permanezca en la familia.

Yamile Claudia Mugsi

Oficina de Turismo de Irlanda

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Los negocios se decoran para Nochebuena.