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 domingo, 21 de diciembre de 2003

Menopausia: Cuidados de la piel

La edad produce cambios graduales y progresivos en los diferentes tejidos del organismo. Por lo general este proceso determina la disminución de la capacidad funcional de los sistemas celulares. La declinación de las funciones biológicas, la atrofia de la mayoría de los tejidos, la mayor vulnerabilidad a infecciones con la alteración del sistema inmune y el aumento de la susceptibilidad al desarrollo de procesos malignos, son parte de los cambios que caracterizan al envejecimiento. Dichos cambios, expresados más o menos precozmente, se manifiestan netamente en la etapa pos reproductiva. "Con la llegada de la menopausia la piel de las mujeres sufre un resecamiento notorio debido a que disminuye el manto ácido de la piel. El factor hormonal es determinante ya que los estrógenos son los que mantienen la elasticidad", señaló Alejandro Cordero, jefe de la sección Cosmiatría del Servicio de Dermatología del Hospital de Clínicas José de San Martín.

Según el especialista, a las modificaciones propias de la menopausia se suman las agresiones del medio ambiente, los factores sociológicos y psicológicos.

Existen dos tipos de envejecimiento cutáneo. Por un lado, el intrínseco está directamente relacionado con el paso del tiempo, el desgaste natural de las células y la disminución del estímulo hormonal. El envejecimiento extrínseco es una consecuencia directa de los efectos de la radiación solar crónica sobre la piel y de los radicales libres, que producen el característico tinte amarillento y las arrugas.


Antes de los 30
El experto subrayó la importancia de la utilización de protectores solares como forma de evitar o disminuir los efectos del denominado fotoenvejecimiento. "La prevención comienza a los 20 y 30 años. Hay que usar protectores solares, nunca es demasiado tarde para intentar protegerse del sol", recalcó.

Por su parte, Anne Bouloc, dermatóloga y master en farmacología de la Universidad XII París, hizo hincapié en la importancia de estudiar las modificaciones de las propiedades biomecánicas de la piel con la edad. "La piel cambia radicalmente con la edad. Durante el proceso del envejecimiento, se alteran su composición, su organización estructural y consecuentemente sus propiedades biomecánicas. Las informaciones clínicas obtenidas en el climaterio involucran fuertemente a la deprivación estrogénica como factor contribuyente. En este sentido se necesitan nuevos estudios para lograr una mejor correlación entre los parámetros físicos y la clínica cutánea", manifestó la especialista.

La modificación con la edad puede ser explicada por la rigidificación del estrato córneo y el debilitamiento de la dermis superficial. A su vez, el incremento del grado de pliegues es más pronunciado en mujeres menopáusicas sin terapia hormonal de reemplazo (THR) comparado con las mujeres tratadas.


Fitoestrógenos
El envejecimiento fisiológico resulta de la suma de factores genéticos, metabólicos, nutricionales y hormonales como la carencia de estrógenos. Para la mujer menopáusica sólo se disponía de la terapia hormonal sistémica de reemplazo. Actualmente, han surgido preparados cosméticos de acción estrogénica de origen vegetal a base de fitoestrógenos, que permiten disminuir las manifestaciones del envejecimiento fisiológico al incrementar el colágeno dérmico.

"Existen varias alternativas para el tratamiento del envejecimiento cutáneo. Entre ellos, los productos de aplicación tópica como las formulaciones hidratantes, los protectores como las pantallas solares y los agentes anti radicales libres. También hay productos de administración oral y paleativos como relleno cutáneo, toxina botulínica, láser y cirugía plástica. Ahora se suma la utilización de los denominados fitoestrógenos", dijo Juan Honeyman, de la Universidad de Chile.

Según indicó el especialista, "los fitoestrógenos, de origen vegetal, estimulan la síntesis del colágeno dérmico y no tendría efectos sintéticos".

Existe una gran variedad de fitoestrógenos. Los isoflavones derivados de la soja son los más utilizados. La importancia de su utilización radica en que son fotoprotectores y antioxidantes.

"Está comprobado además que el consumo de soja disminuye las probabilidades de padecer cáncer de mama y enfermedades cardiovasculares. En Japón, donde su consumo es muy alto, estas patologías son poco frecuentes. Los isoflavones disminuyen la pérdida de agua, mejoran la hidratación y tienen propiedades antimicóticas", enfatizó Honeyman.

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