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 |                   | domingo,           21 de          diciembre de          2003 |  
 													| Cambio de actitud: Responsables del crecimiento 
 En la conciencia del hombre se afirma la convicción que vivir es desarrollarse, crecer, proyectarse y realizarse. En la dimensión humana somos nosotros y nadie más, los únicos responsables de nuestra vida, a pesar de que son muchos los factores que influyen en la educación: nuestros padres, profesores, maestros, las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales, el ambiente en el que crecemos física y espiritualmente.
 
 A pesar de llevar un ritmo acelerado en nuestro accionar, conscientemente siempre afloran estas preguntas: ¿Qué he hecho de mi vida? ¿ Qué estoy haciendo ahora por mí? ¿Qué haré en el futuro ? Muchas veces sentimos nuestra estructura personal y las circunstancias que nos rodean, como un límite que nos impide ser auténticos.
 
 Sin embargo, ese límite no es simplemente pobreza u obstáculo, es el marco concreto en el que debe desarrollarse la creatividad de nuestra libertad; una exigencia de superación que nos prepara en todos los aspectos vitales, fortaleciéndonos para enfrentar cualquier situación.
 
 No se necesita un conocimiento extraordinario del mundo y de los hombres para darse cuenta de que nuestro tiempo, con todos sus progresos y sus múltiples experimentos, no consigue liberar al hombre de su vacío interior. Esto se debe a que toda la atención y la actividad tienen exclusivamente por objeto al macrocosmos (el gran mundo a nuestro alrededor). Pero, a pesar de todo, hay una realidad constante: el microcosmos, el mundo en pequeño, nuestro mundo interior permanece desconocido y olvidado.
 
 Prepararnos para recibir la Navidad es un cambio de actitud que nos permite participar de nuestro existir en plenitud, cultivando la percepción, despertando a la creatividad, aprendiendo a conocernos. Representa el nacimiento de Jesús y todo nacimiento es un renacer, para darnos cuenta y poder cambiar y transformarnos positivamente.
 
 Al practicar conscientemente la percepción de nuestro cuerpo, podemos obtener mayor fortaleza y poder personal, confiando en cada uno de nuestros actos, sentimientos, respuestas, actitudes y necesidades formando una base para todas las otras relaciones de la vida.
 
 Ada Lamboy
 
 Master en yoga científico y educacional
 
 Técnica en comunicación
 
 
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