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 sábado, 20 de diciembre de 2003

La confesión. Pontaquarto se va del país por cinco días
El arrepentido dio más datos y dijo que no es un "chorro"
El ex secretario del Senado aseguró que la Justicia tiene pruebas suficientes para comprobar el soborno

El arrepentido de las supuestas coimas en el Senado, Mario Pontaquarto, aportó ayer nuevos nombres y datos a la causa judicial sobre el caso y, tras sostener que "la Justicia tiene pruebas suficientes como para demostrar" que los sobornos existieron, advirtió que él no es "un chorro" como dijeron "miembros del gobierno".

Tras sus declaración ante el juez Rodolfo Canicoba Corral, Pontaquarto fue conducido al edificio de Callao y Posadas donde vivía el ex senador Emilio Cantarero, donde -de acuerdo su testimonio- entregó los 5 millones de pesos, pero el procedimiento no pudo concretarse porque la casa está habitada por diplomáticos japoneses.

Fuentes judiciales confirmaron que Pontaquarto declaró que el ex ministro del Interior Enrique Coti Nosiglia lo hizo llamar por una secretaria el pasado miércoles 10 -antes de su confesión a la Justicia- para "una reunión con Fernando en Pilar", pero dijo que rehusó la invitación "porque si voy no me arrepiento".

También indicaron que Pontaquarto detalló el ofrecimiento de ir a trabajar a París como agente de la Side que, según él, le hizo Fernando de Santibañes, y aseguró que ese trámite prosiguió durante el mandato de Carlos Becerra en la central de espías, pero la gestión no llegó a buen puerto.

Según las fuentes, durante su ampliación de indagatoria Pontaquarto le dijo al juez Canicoba Corral "el nombre del amigo" común con otro de los imputados en la causa y empleado del bloque de senadores peronistas, Martín Fraga Mancini, que supuestamente sabría de los presuntos sobornos.

"Es un empleado del Congreso y no voy a revelar su nombre porque hay secreto de sumario", explicó Pontaquarto a los periodistas al término de su declaración.

Y adelantó que en los próximos días aportará fotografías suyas con el ex presidente Fernando de la Rúa, que en principio había negado conocerlo pese a que era un destacado hombre de los radicales en el Parlamento.

"A través del testimonio fotográfico y la documentación que voy a aportar a la causa voy a certificar la relación de confianza, no ya el conocimiento permanente y las charlas con De la Rúa", indicó.

Pontaquarto se quejó de ciertas acusaciones públicas vertidas contra él por otros imputados en la causa durante los últimos días al aseverar que "yo no soy ningún chorro: me estoy autoincriminando en un delito que es cohecho, y si se comprueba el hecho voy a tener la misma pena que van a tener todos los demás".

"Yo no vi pasar la valija (con el dinero), yo fui partícipe llevando el dinero", afirmó el arrepentido y agregó que en los últimos años "sentí mucha vergüenza de lo que había hecho y he pedido disculpas primero a mi familia y luego a la sociedad".

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Pontaquarto participó de varios procedimientos.

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