| sábado, 20 de diciembre de 2003 | Otro agravio El jefe de gabinete, Alberto Fernández, lamentó ayer que el pueblo argentino deba soportar un nuevo "agravio" por parte del presidente Batlle. "Lamentamos profundamente que esta sea la segunda vez que los argentinos debemos soportar tanto agravio del presidente uruguayo", sostuvo.
De este modo, el ministro hizo alusión al anterior cruce diplomático que Argentina mantuvo con Uruguay en el 2002, durante la peor época de la crisis y bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, cuando Batlle afirmó que todos los argentinos "eran una manga de chorros, del primero al último".
Fernández ofreció una conferencia de prensa en la Casa Rosada luego de recibir el respaldo de diversas organizaciones de derechos humanos a la decisión del gobierno de rechazar de inmediato el nombramiento de Craigdallie, quien está acusado de haber sido partícipe de graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Cuando se le preguntó si Argentina podría proceder a retirar a su embajador en Uruguay en caso de una escalada del conflicto diplomático con ese país, Fernández se limitó a responder que el presidente Kirchner instruyó al canciller Rafael Bielsa para que "le haga saber al gobierno (de Montevideo) que de ningún modo se aceptará la designación de Craigdallie".
A su turno, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó de "intolerable" que se pretenda designar como agregado militar de una embajada "a una persona que tiene sobrados cargos de haber participado en la represión, de haber estado en campos de concentración, que se supone que ha asesinado a dos argentinos y de haber sido partícipe del Plan Cóndor".
No es la primera Por su parte, el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), Horacio Verbitsky, sostuvo que "esta no es la primera vez que el presidente Batlle ofende al pueblo argentino", al recordar el episodio ocurrido el año pasado, cuando el mandatario de Uruguay llamó ladrones a los argentinos y luego tuvo que disculparse con Duhalde.
"Para nosotros esto es un nuevo episodio de un actitud de hostilidad de una persona respecto al conjunto del pueblo argentino", afirmó Verbitsky, y agregó que se trata "de una ofensa meditada por el presidente uruguayo" porque coincide con el momento en que se está avanzando en la investigación del Plan Cóndor, un operativo conjunto de las fuerzas armadas del Cono Sur para enfrentar la guerrilla. (DyN) enviar nota por e-mail | | |