Un líder que pone el alma y agradece por el aguante

El Pájaro Gómez es sinónimo de Vilma Palma. Aunque en la banda haya ocho músicos a los que el lunes pasado se le sumaron varios invitados. Es él quien le pone el cuerpo al proyecto de Vilma. Trata a su público como si fueran amigos de toda la vida, no para de agradecer a cada uno por la presencia en el show, hace gestos de alegría cuando descubre algún conocido en la platea y vuelve a agradecer a las familias "por el aguante de tantos años". Sobre el final, el Pájaro invitó a subir al escenario a varios niños para que compartieran la alegría que sentía por haber vuelto a cantar en casa. Además tocó las manos de los fans que tenía cerca en una entrega más que auténtica. Recibió camisetas canallas, de Newell's, de Boca, y a todas las devolvió con el mismo respeto. Habló de temas profundos ("nos tuvimos que ir afuera porque acá la cosa estaba jodida", confesó) y de otros triviales ("engordé pero hago fierros", se excusó). Y con toda humildad pidió un sólo favor: "Sigan cantando olé, olé, olé, olé, Vilmá, Vilmá".