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 sábado, 20 de diciembre de 2003

Presentó su último CD y conmovió a sus fans en el Broadway
Vilma Palma y un reencuentro para que siga el baile
La banda del Pájaro Gómez, después de tres años sin tocar en un teatro rosarino, interpretó una catarata de hits

Pedro Squillaci / La Capital

Vivir un show de pie, cantando durante casi dos horas y generar una fiesta para el público es un privilegio que pocas bandas se pueden dar. Vilma Palma es una de ellas. "Me importa tres pitos cuántos son, lo que importa es que estén acá", gritó el Pájaro Gómez, al borde de la emoción. Alrededor de 600 personas fueron anteanoche a ver al grupo en su regreso a un teatro rosarino después de tres años. Pero parecían dos mil. Los hits que hicieron famoso al grupo fueron coreados sin parar.

El desafío de la banda liderada por Mario "Pájaro" Gómez era ver la respuesta del público local. Ni más ni menos que el público de su ciudad. Para eso, la banda preparó una catarata de hits y los temas más fuertes de su último CD "Vuelve a comenzar". El repertorio fue un acierto. Logró disparar todos los resortes afectivos de los fans, preferentemente veinteañeros, tanto que las butacas pasaron a ser un elemento decorativo.

Los clásicos de la banda como "Auto rojo" y "Bye Bye" sacudieron a los espectadores, que también disfrutaron de temas como "Mojada", "Fernet con coca", "Te quiero tanto", "Un camino hasta vos" y "Fondo profundo".

La fórmula de Vilma es simple y efectiva: divertir en base a un pop bailable, con letras que giran preferentemente sobre amores encontrados y perdidos, y baladas gancheras. Quizá la banda no maneja demasiados matices y armonías en sus temas, y hay canciones que pueden sonar parecidas. Pero es un grupo que puede seguir creciendo, sobre todo con la incorporación de Jota Morelli, en batería, Palmo Addario, en guitarra, Pablo Correas, en saxo y percusión y Pablo Medina, en teclados.

Vilma se dio el gusto de tocar "Otro ladrillo en la pared", de Pink Floyd, dejó para el final su tema fetiche, "La pachanga", y ratificó que no por casualidad ese tema marcó a fuego la historia de la banda. Tras los bises, el grupo quedó cara a cara a su gente, abrazados. Como tomando fuerza para una historia que vuelve a comenzar.

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Gómez y Pugliani se pusieron al frente del show.

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