Un mimo para el rock local

Claudia Puyó ama a los Beatles y muere por Deep Purple. Es más, se brota cuando se entera por intermedio de este diario que Glenn Hughes estuvo tocando por estos lares. "¿Y qué hacía ese monstruo en Rosario?", preguntó asombrada. Pero cuando se trata de hablar de sus colegas tiene sus reparos. No da nombres, pero dice que hay quienes ni siquiera se pueden llamar músicos. "Mirá, hay mucho boludeo, mucho disfrazarse, mucha estética -dijo-. Para algunos la música pasó a ser secundaria". Luego de describir que "en el rock argentino abunda la cantidad y no la calidad", hace una excepción con la movida rosarina: "En Rosario hay bandas grossas como Vudú, y otras más que no recuerdo, pero creo que hay bandas con más onda que en Buenos Aires, es como que no están tan contaminados como acá. Yo estuve en el festival de blues que se hizo en la sala Lavardén y vi que hay más nivel que en los músicos porteños".