| domingo, 02 de noviembre de 2003 | Segunda lectura El mérito de hacer más de lo esperado La campaña ya superó a la del torneo pasado Gustavo Conti / Ovación "Y... (dudó un poco), para hablar de que podemos ser campeones esos partidos tenés que ganarlos. No te pueden empatar en el descuento". Era viernes, dos días antes del clásico. Horacio Carbonari respondía con su sinceridad acostumbrada a la pregunta de si, en caso de vencer a Newell's, se podía decir que Central estaba para pelear el título. Pero claro, el fútbol es tan maravilloso porque las certezas de ayer tambalean con la realidad de hoy. Lo que era seguro es dudoso y seguramente Petaco ya no será tan contundente sobre la importancia de aquellos cuatro puntos perdidos ante Racing y Talleres, que serían vitales ahora, pero que empiezan a compensarse. Más temprano que tarde, el Apertura le dio revancha al conjunto auriazul, que en su nueva chance para dar pelea ganó el partido que debía ganar, equilibrando aquellas amarguras.
Sí, Central es candidato. Y es el que menos presión tiene porque todo el mundo sabe que el equipo no fue armado para eso, lo cual acrecienta su mérito. Este del Apertura sufrió la sangría de nombres importantísimos y se rearmó como pudo, porque en el impasse entre torneo y torneo, estuvo inmerso en un clima político tumultuoso por las elecciones que obviamente dilató tratativas y negociaciones para sumar refuerzos. Si hasta Russo mismo puso en duda su continuidad entonces.
Algunos se preguntan aún dónde estaría Central en la tabla con el Cata Díaz, Delgado y Figueroa. Inútil interrogante, porque este equipo en apariencia más débil que del campeonato anterior, cumple una mejor campaña que aquella a esta misma altura.
Sí, los números dicen que al llegar a la fecha 13, aquel gran equipo había cosechado 23 puntos (6 ganados, 5 empatados y 2 perdidos, con 24 goles a favor y 16 en contra) y ahora Central sumó 2 más, es decir 25 (7 ganados, 4 igualados y 2 perdidos, con 19 tantos a favor y 14 en contra). Menos goleador, este conjunto canalla ha sido más efectivo, aún con los problemas defensivos que delata cuando pierde la pelota. Pero claro, la tiene casi siempre y esa es quizás la clave de este magnífico presente.
Este Central intenta siempre ser protagonista, aún cuando no lo dejan, como Boca en la 2ª fecha, cuando el recambio aún no estaba consolidado.
Este Central trata de jugar igual en todos lados, aún cuando no lo dejan, como anoche el durísimo Quilmes, que le entorpeció todos los caminos hacia el arco de Pontiroli.
Este Central está ahí hasta por eso que en el folclore futbolero se denomina la suerte del campeón, o para adecuarla a este caso, la del que aspira a serlo. Porque a este equipo le crean situaciones como las clarísimas que tuvo Quilmes, o las de Independiente, o las de Estudiantes o las de Rafaela, que poco importan hoy con el resultado puesto y más si se piensa que en todos los casos los auriazules hicieron méritos para el triunfo.
A seis fechas del final, los hinchas se ilusionan en serio. La locura en que se transformó el Gigante tras el gol agónico de Ezequiel González, fue testigo de ello. Y el clima es inmejorable porque además saben que su equipo da mucho más de lo que esperaban. Es decir, nunca lo condenarán si no pueden darle caza a Boca. Todo lo contrario. Sea cual sea el final, este equipo de Russo está para el aplauso. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un equipo que viene sorprendiendo. | | |