Segunda lectura

La peligrosa dependencia

El juego de Ñuls se nutre mucho de las individualidades y no siempre rinden

Algunos de los aspectos en los que Newell's sustentó su remontada de las últimas fechas fue en la solidez defensiva, en el acople que fueron logrando los del medio y en el noble aporte que realizó Silvani para acomodarse a la improvisada función de enganche o media punta. Pero fundamentalmente en el aporte invalorable de sus individualidades. Un aspecto con el que los rojinegros han sabido cosechar mejores resultados que desde el juego de conjunto. Pero ayer esos mismos intérpretes no estuvieron a la altura de las circunstancias y, en consecuencia, eso derivó en la suerte final de los leprosos. Y se sabe, cuando un equipo se basa en demasía en sus individualidades, cuando estos fallan, generalmente la estructura no los sostiene.

Sólo Rosada por momentos logró disimular esa situación y hacer pie en la zona media, pero no tenía interlocutores válidos ni en Patiño, ni en Guiñazú, ni en Silvani. El colombiano sólo pesó en el desarrollo en esos minutos en que Ñuls pudo sentenciar el partido. En el resto sólo aportó despliegue, mucha voluntad, pero escasas ideas, justo uno de los bienes más preciados que mostró el Viejo desde su llegada. El Cholo se dejaba ganar la espalda, casi sistemáticamente, por el Burrito Rivero, que volvía después de una contractura y que mientras tuvo aire complicó mucho; y Silvani consumió muchos minutos antes de comenzar a desembarazarse de la marca pegajosa de Precone.

Entonces, en el primer tiempo el equipo quedo partido en el medio, expuesto en defensa y aislado en ataque. En el complemento el panorama cambió, pero en esencia no se modificó demasiado. Porque en el ida y vuelta y en el ritmo vertiginoso del partido fue imposible que tuviese volumen de juego y mucho menos control de pelota, la que pasaba de un área a otra casi sin pagar peaje en la zona media.

Los rojinegros edificaron más su remontada en las virtudes individuales que en los méritos en conjunto, pero ayer ninguno de sus intérpretes tuvo el criterio para marcar las diferencias que existen entre uno y otro.