| domingo, 02 de noviembre de 2003 | Descentralizar trámites no es lo mismo que desconcentrar el poder Los concejales Rossi, Javkin, Boasso y Urruty rescatan lo realizado pero consideranque hay que profundizarlo Silvina Dezorzi / La Capital Que se pueda votar a los jefes de distrito, que cada uno de esos centros maneje su propio presupuesto y que sus decisiones tengan carácter vinculante son algunas de las metas en una segunda etapa de descentralización municipal. Cuatro referentes de la oposición al gobierno municipal arriesgaron un balance sobre el proceso, encarado hace ya siete años en Rosario. Pese a sus diferencias partidarias hubo unanimidad: Agustín Rossi (PJ), Jorge Boasso (radical), Oscar Urruty (PPS) y Pablo Javkin (ARI) reconocieron que lo hecho en la materia significa un claro avance, pero que aún falta mucho por andar para que la descentralización meramente administrativa se transforme en una verdadera desconcentración del poder.
El límite de ese reparto no tendría por qué ser otro que el que permita una futura autonomía municipal y el que se atrevan a asumir los ciudadanos. Porque si a veces la ingeniería política parece ciencia ficción, ¿qué habrán pensado los súbditos de las monarquías antes de que nacieran las repúblicas?
* Agustín Rossi: "Desde todo punto de vista, incluso ideológico, una ciudad de un millón de habitantes no podía tener concentrado su aparato burocrático en un solo lugar. Por eso la descentralización beneficia al vecino al acercarle la administración, lo que le permite desde la cosa más mínima, como resolver un trámite de modo dinámico, hasta algo un poco más complejo, como formular reclamos por algún servicio municipal.
"Pero hay que dar a este proceso un mayor status político: si el gobernador electo (Jorge Obeid), como me ha dicho, va por una reforma constitucional que reconozca la autonomía para Rosario y Santa Fe, estaríamos transitando los últimos Concejos Municipales antes de convertirnos en una ciudad autónoma, con una Legislatura autónoma. Y el estatuto político de los centros de distrito se podría plantear con más precisión para pasar a una segunda etapa de la descentralización, que es la desconcentración del poder".
* Jorge Boasso: "Fui el primer concejal que presentó un proyecto para descentralizar, por ende el proceso me tiene entre sus defensores. Pero no estoy sólo a favor de la descentralización administrativa, sino también de una descentralización del poder, algo que aún no se logró.
"Eso permitiría crear pequeñas municipalidades en cada distrito, incluso con cargos votados. Y si esas zonas depositaran su confianza en personas de signo político distinto al del intendente, se estaría dentro de lo previsto en un sistema de profunda democracia, como ocurrió históricamente en los cantones suizos. Estaríamos más cerca de una democracia con representación directa. Por eso la cuestión no se agota en acercar trámites o descentralizar mesas de entrada, sino en acercar el poder a la gente".
* Oscar Urruty: "Hasta ahora se desconcentró el funcionamiento operativo, pero aspiramos a que se dé una real descentralización política, donde el poder decisorio sobre el que se generan las políticas públicas también llegue a los distritos. Por ejemplo: el presupuesto participativo no puede ser sólo una instancia de convalidación de obras o servicios públicos previamente decididos por la administración central, debe ser al revés: de abajo hacia arriba, con decisiones tomadas antes en los distritos.
"Y para dar representatividad y legitimidad a una descentralización es básico elegir las autoridades de distrito. Si no, se trata de funcionarios de la burocracia instalados en una sede desconcentrada del municipio, especies de delegados del intendente, cuando deberían serlo de la gente. Creo que aún no hay coraje político para seguir avanzando en la descentralización política y económica, en términos vinculantes".
* Pablo Javkin: "La descentralización fue un avance: los centros de distrito son referentes edilicios, administrativamente agilizaron y acercaron los trámites a la gente y desde una óptica estratégica también son vitales, pero aún falta avanzar en una descentralización política, económica y cultural. Es cierto que sin autonomía municipal sería complicado, pero todo el debate de la participación ciudadana pasa por ahí y es la tarea central que se viene en esta materia.
"Por ejemplo, se podría avanzar con un modelo de cantón o alcaldía para que los jefes de distrito sean elegidos en forma directa y se creen concejos barriales, y potenciar el presupuesto participativo para que cada distrito llegue a tener el suyo propio. También en el terreno cultural, porque aunque en los centros hay buenas actividades no existen políticas culturales de barrios descentralizados". enviar nota por e-mail | | |