| lunes, 13 de octubre de 2003 | Victoria estratégica Central ganó, sigue segundo y motivado para el clásico Sergio Faletto / Ovación Se desvanecía la primera etapa. Ferrari arrancó con determinación por su lateral y avanzó en diagonal hacia el área de Estudiantes. Metió un pase certero al pecho de Herrera, quien tras bajarla giró entre dos defensores y cuando se caía por infracción cruzó un derechazo para envolver la pelota con la red. Golazo. Justo a tiempo para el objetivo de Central.
El partido se moría. Central resistía los desesperados embates platenses. Pero en el último minuto de los cuatro que adicionó Baldassi, Herrera se fue por derecha tras eludir a Krupoviesa y sacó un pase atrás que el Yerbatero desde el piso hizo rebotar en el travesaño, y que en la jugada inmediata Messera conectó con fuerza para asegurar la victoria.
Dos momentos decisivos y tres puntos más. Suficientes para que el equipo de Russo haya extendido el contrato de locación del segundo lugar en el torneo. Una victoria estratégica para encaminarse hacia el esperado clásico. Y la ratificación de un funcionamiento que quizás no luce, pero que sin dudas es sólido y efectivo. Y que en definitiva hace feliz a los canallas.
Central superó a Estudiantes en base a un trabajo sistemático, obstinado, sin desesperación y con la consigna de jugar siempre la pelota por abajo. Como sabiendo que en algún momento el gol iba a llegar. Y con el claro concepto de que el rival era duro, combativo, conciente de sus limitaciones y de sus virtudes.
En este contexto futbolístico, Mariano Herrón fue un escollo insalvable para la planificación bilardista. El volante auriazul aplazó a todo el grupo de Estudiantes que quiso superar el examen. Luchó, cortó, contuvo, recuperó y también distribuyó. Y a partir de su tarea el mediocampo auriazul dispuso de mayor tiempo el control del balón, una actividad bien ejecutada por Vitamina primero y Ezequiel después.
Pero la eficiencia también estuvo en las manos de Julio Gaona, quien a los 16' le sacó un remate a Farías y a los 62', con una atajada extraordinaria, desvió un cabezazo de Maggiolo. Además de descolgar sendos centros y reducir el riesgo del juego aéreo pincharrata.
Lo del arquero auriazul fue el complemento indispensable para que Central elaborara su victoria manejando los tiempos, con un juego más práctico que vistoso, pero contundente. Porque luego de bucear por los distintos caminos alternativos, el gol llegó por la senda de Herrera, el delantero implacable de nueva generación, quien a los 25 minutos debió cambiar de socio en el ataque porque el Yerbatero sustituyó al lesionado Belloso.
La amonestación que recibió Vitamina luego del descanso, hizo que Russo tomara ciertos recaudos de cara al clásico y decidió relevar al volante de mayor productividad.
De ahí en más creció el Equi, pero su despliegue también consumió la resistencia física y fue reemplazado por Rivarola, en una variante pensada para organizar mejor la resistencia. Resistencia que Estudiantes puso en jaque, pero que se diluyó con el gol del final que festejó Messera.
Central ganó con esfuerzo e inteligencia. Está segundo y motivado. Una realidad ideal para encarar lo que viene. Y lo que viene tiene nombre: Newell's. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Herrera ya lleva cuatro goles en tres partidos. | | |