Arafat armó un gabinete que parte rengo

Ramala. - El primer ministro palestino Ahmed Qurei no la podría tener más difícil. La toma de juramento de su nuevo gabinete de emergencia comenzó con un traspié: justo el ministro más importante se negó a participar en la ceremonia. Nasser Yussef, que debe velar por la seguridad y el orden como futuro ministro del Interior, no está de acuerdo al parecer con los poderes que le quiere conceder el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, según se afirma en Ramala.

Qurei y Arafat se encuentran bajo una muy fuerte presión tras el atentado del sábado pasado en la ciudad costera israelí de Haifa. Su objetivo declarado, "poner fin a la anarquía y el caos en los territorios palestinos", no es más que un intento por evitar el desmoronamiento completo de la ANP.

El objetivo declarado de Qurei es un alto el fuego ilimitado con Israel. La condición para ello es el fin de la anarquía en Cisjordania y la Franja de Gaza, que no pudo ser reducida por su antecesor, Mahmud Abbas, en sus 100 días de gobierno.

Pero desde el atentado suicida en Haifa el pasado sábado, las señales de alarma están en rojo: "El presidente Arafat decidió poner fin al caos y la anarquía en los territorios palestinos", afirmó el domingo el jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que al mismo tiempo declaró el estado de excepción y nombró a Qurei jefe de gobierno por decreto.

El punto de partida político de Qurei no es mejor que el de su antecesor. También él explica a diario que no quiere desarmar violentamente a los grupos militantes Hamas, Yihad Islámica y Brigadas de Mártires de Al Aqsa. Sin embargo, esta fórmula para poner fin al conflicto choca por ahora con el rechazo de Israel, para quien los adelantos en el proceso de paz dependen por completo de la eliminación de la "infraestructura del terror".

La única diferencia con el gobierno de Abbas es que Qurei y esta vez también Arafat amenazan a los extremistas abiertamente con la violencia en caso de que violen el alto el fuego general. "No podemos permitir que una sola persona esté en condiciones de influir a través de sus actos en los destinos de todo un pueblo", advirtió Qurei. El hecho de si su gobierno, profundamente afectado por la negativa de Nasser Yussef, podrá finalmente operar exitosamente, depende, según todos los analistas, más que nada de Arafat. (DPA)