| miércoles, 08 de octubre de 2003 | Rosistas y antirrosistas: de la lucha en el campo de batalla a la pelea por el nombre de las calles Los tiempos cambian, pero en algunas cosas parece que no tanto. Así, por ejemplo, la más que centenaria disputa entre rosistas y antirrosistas que tantas vidas le costó al país cobra siempre una renovada vigencia. Ahora la discusión entre ambos bandos, que desde siempre han dirimido batallas en todos los órdenes, se ha desplazado, según los dichos del propio Vallejos, a los nombres de las calles de Buenos Aires.
-¿Continúa la lucha rosismo-antirrosismo?
-Bueno, de hecho hemos tenido la última disputa hace poco. Cuando en la ciudad de Buenos Aires quisieron cambiarle a la avenida Sarmiento parte del nombre para ponerle Juan Manuel de Rosas. Desde nuestra óptica esto no debe ser así, y esto lo dijimos en todos los diarios y las radios y estuvimos además en el Concejo de la ciudad de Buenos Aires sosteniendo nuestra postura. Esto llegó a generar un sinsentido que fue retrotraernos a nosotros, a nosotros como sociedad, a discutir durante varios días la antinomia rosismo y antirrosismo, cuando si querés ponerle el nombre de Rosas a cualquier calle podés buscar otra y no ir a buscar justo a la avenida Sarmiento.
-¿No se vislumbra también una síntesis con el rosismo, en el sentido de que Rosas tal vez no haya sido ni tan bueno como dicen unos ni tan asesino como dicen otros?
-Tenía también sus cosas buenas y sus cosas malas.
-¿Por qué no se puede hacer una historia que represente a ambos?
-Estas cosas funcionan así: todo depende siempre de un tiempo y de un espacio. Pero vos podés notar este detalle: hay quienes hablan con pasión para defenderlo a Sarmiento y otros ponen pasión para denostarlo, pero con seguridad nunca te vas a encontrar con un hermano que te hable para un lado o para el otro. O sea, todos los que están hablando de si Sarmiento era masón o no, y de si era bueno o malo, no son masones. enviar nota por e-mail | | |