| miércoles, 08 de octubre de 2003 | Ideología manifiesta Quisiera referirme a la carta publicada bajo el título "Derecho a réplica", de una abogada de Derechos Humanos, que enumera su ocupación en "defensa de seres humanos indefensos" -según ella-. Dice que se opone a todo tipo de autoritarismos, pero sabemos que las "inocentes" personas que dice defender, permanentemente vienen desestabilizando gobiernos, invocando justicia social pero escondiendo otros fines, actuando especialmente en América latina. Dice que "no se han encontrado armas biológicas en Irak" (hasta ahora, veremos luego), pero no se alegra de que hayan liberado al pueblo sometido por Saddam Hussein, que vivía en lujosos palacios y el pueblo a su servicio en la más completa pobreza, en un país rico en petróleo, cuyas ganancias iban para el régimen y el financiamiento del terrorismo mundial. Aparentemente, defiende a Palestina, que su gobierno cobija, capacita y utiliza a niños y jóvenes para el terrorismo como bombas humanas, especialmente contra Israel. Los talibanes fueron los que destruyeron estatuas milenarias en Afganistán, además de asesinar y reducir a la esclavitud a su pueblo, sobre todo a la mujer. Habló de "la destrucción del patrimonio común de la humanidad que albergaba lo que fue la cuna de la civilización". No ha visto que hace siglos que viene siendo destruido por terroristas que surgen de esa misma tierra, que a pesar del tiempo transcurrido viven como en sus orígenes y que cometieron el peor atentado contra "seres verdaderamente inocentes" cuando estrellaron aviones el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. No dijo nada contra estos delincuentes, ni contra el atentado. Tampoco dijo nada a favor de los derechos humanos de los que perdieron la vida, en ese auténtico crimen de lesa humanidad, siendo muchas personas nacidas en países fuera de Estados Unidos. Todas esas ONG nombradas parecen ser "puro título", ya que aparentemente no han cumplido el objetivo para lo que fueron creadas, porque "todo sigue igual" y no solucionaron nada. Eso sí, la ideología es bien manifiesta.
Susana Cabal
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