 | lunes, 06 de octubre de 2003 | Infierno doméstico. El lazo entre el dueño de casa y un renombrado oficial "Banana" Adorna, el vecino de un polémico ex jefe de policía El agenciero asesinado ayer vivía al frente y frecuentaba a Francisco Previtera,removido en 2001 al denunciarse que estaba enganchado del alumbrado público La primera vez que el nombre de Alberto Banana Adorna se escuchó en la redacción de este diario fue en el marco de una investigación sobre el juego ilegal en Rosario que se publicó el 20 de marzo del año 2000. Tras esa ocasión tres altas fuentes policiales, fundamentales para la elaboración de un informe sobre la recaudación ilegal institucional de la Unidad Regional II publicado un año después, mencionaron al hombre que fue muerto por su hijo como un contribuyente mensual de la policía rosarina.
En la preparación de aquel informe, la referencia a Adorna aparecía con recurrencia. Se consignaba que Banana era algo más que vecino del ex jefe de policía de Rosario, Francisco Previtera, echado de su puesto en abril de 2001 por el escándalo de las cajas negras. Dijeron entonces las fuentes policiales que los contactos eran estrechos y que tenían que ver con la naturaleza del negocio al que Adorna consagraba su tiempo laboral.
Junto al de Adorna, fuentes policiales y el entorno de agencieros legales identificaban a otros banqueros fuertes de Rosario, contribuyentes de la policía. Por ejemplo Bambi, que operaba en 9 de Julio al 900; Mingo, en Córdoba al 4400; Don Conrado, en Rivadavia al 2700; Hugo el tumba, en 9 de Julio al 300; El Colorado, en Ayacucho al 4200.
Los nombres asociados de Adorna y Previtera reaparecieron cuando La Capital investigaba un negocio irregular con combustible para patrullas del Comando Radioeléctrico. Eso terminaría costándole una causa judicial por defraudación y su propio cargo al frente de esa sección a Hugo Fornero, actual subjefe de la comisaría 32ª. Todo este tema, que fue denunciado por la propia Cooperadora Policial de Funes, reforzó hacia noviembre de 2000 la circulación de comentarios hacia Adorna, a quien se sindicaba como un protegido de la sección Leyes Especiales de la policía rosarina (es la que debe combatir el juego ilegal, pero también la históricamente encargada de cobrarle "contribuciones" a los banqueros) y del propio jefe Previtera.
"Al lado de la casa de Previtera, en San José 2408, vive Alberto Adorna, que es un conocido banquero. Le dicen "Banana" y es amigo del jefe de policía de Rosario. Este hombre tiene una agencia oficial de quiniela por Córdoba a dos cuadras de Donado. Al lado, en una casa de madera, tiene la agencia clandestina. Cuenta con aval para hacer lo que quiere. Tiene importante poder económico y una tarjeta Master Oro de la banca Suiza", señalaron a este diario el 20 de octubre de 2000 los mismos informantes que -con lo detallado por su pesquisa- hicieron caer a Fornero de su puesto de jefe del Comando de Funes.
Fornero, que fue acusado de cargar combustible en su vehículo particular y facturarlo a la cooperadora, fue sobreseído por la jueza María Luisa Pérez Vara. En esa causa habían declarado varios testigos, incluso dueños de estaciones de servicio, que vieron a Fornero cargar varias veces nafta en su Ford Falcon particular. La jueza valoró el descargo de Fornero, que adujo que más de una vez había ido al surtidor con su auto personal, pero que lo hacía porque debido a la escasez de móviles se veía obligado a usarlo para patrullar la jurisdicción.
La casa del jefe La casa de Previtera, ubicada frente a la de la familia Adorna, adquirió celebridad el 20 de abril de 2000. Hacía cuatro días que la Jefatura de Rosario estaba sacudida por el escándalo de la red institucional de corrupción por la recaudación ilegal cuando un grupo de vecinos denunciaron que el propietario de un chalé de increíble lujo estaba "colgado de la energía eléctrica". La foto de la vivienda fue publicada. Resultó ser la del comisario mayor Previtera. Fue eso lo que lo eyectó de su puesto.
En principio el intendente de Funes, Juan Míguez; el secretario de Obras Públicas, Osvaldo Scoccia y el jefe de la delegación de la EPE, Rubén Menegussi, refrendaron que había reflectores que apuntaban al jardín de esa casa -manzana 138, lotes uno dos y tres de la sección catastral número uno- enganchados del alumbrado público. Señalaron además que se habían hecho inspecciones que destacaban el suministro de energía ilegal en esa casa y la colocación de artefactos lumínicos clandestinos. "Hace un año enviamos a gente de nuestra dependencia para desconectarlos, pero poco tiempo después se volvió a enganchar", dijo Scoccia entonces. Y agregaba: ¿A quién vamos a denunciar por la situación? ¿A la policía? ¿A ellos mismos?
La Justicia sobreseyó a Previtera por esta causa. Y también por las de las cajas negras. Desde la Cooperadora Policial de Funes destacaban, en el año 2001, cosas que pudo comprobar este diario: que en su vivienda impactante tenía ocho perros de raza Rothwiller, que se lo veía en un Renault Scénic y un Chevrolet Vectra. Construía en aquel tiempo, al lado del suyo, un chalé para su hija.
Según una planilla que distribuyó la Subsecretaría de Seguridad entonces a cargo del licenciado Enrique Alvarez, al momento de pasar a retiro Previtera cobraba como comisario general, de bolsillo, 1.928,22 pesos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Nadie pudo explicar la tragedia. | | |