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 domingo, 05 de octubre de 2003

Un sector que motoriza la economía regional

La cabeza del complejo oleaginoso está en Rosario. Más precisamente, en la cadena de puertos y fábricas que van de Puerto San Martín hasta el norte de Buenos Aires y hacia la cual converge la producción y actividades asociadas de un hinterland que se extiende a toda la región pampeana norte, NEA, NOA, Córdoba y Cuyo.

La región concentra entre el 65% y 70% de la capacidad teórica de molienda, de 30 millones de toneladas anuales. Las grandes compañías internacionales del negocio operan en la zona. Esta preferencia se apoya en dos factores: la cercanía entre la zona de producción y los puertos de salida, y el menor costo que presenta trabajar en plantas que son las más grandes del mundo.

Mientras en Estados Unidos y Brasil, principales competidores, el promedio de molienda diario de las plantas está en el orden de las 3 mil o 4 mil toneladas, en la zona no hay planta que baje de 5 mil toneladas y se llega a extremos de 12 mil toneladas. Si se mide por empleo indirecto, el complejo oleaginoso no es un fuerte demandante de mano de obra. El sindicato que agrupa a los aceiteros registra 15 mil trabajadores, pero incluyendo otros sectores como el del algodón. Distinto es el impacto indirecto, provocado por las actividades "aguas arriba", que se nota menos en los grandes conglomerados (de otra forma no explicaría que el cordón rosarino registre los mayores niveles de desempleo del país) que en las agrociudades que se extienden por el interior. Semilleros, productores de insumos, productores agropecuarios, contratistas, transportistas, acopiadores, etcétera. La cadena de la soja involucra en sí misma a múltiples actividades. También fuera del sector. Tanto en el tradicional movimiento comercial o de servicios (el campo lideró en el último año las compras de autos) como en actividades menos conectadas a simple vista. Un ejemplo: el mercado a futuro de dólar de Rosario es el de mayor volumen del país y una de las pocas experiencias exitosas nacionales en el negocio de los derivados. Es probable que algo tenga que ver el hecho de que las actividades del Rofex estén ancladas en el principal mercado concentrador de soja de Sudamérica.

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