Nadie lo admite, pero el nombre del ex subsecretario de educación Carlos Cantero es el que más se menciona como próximo ministro

María Rosa Stanoevich: "La prioridad de Obeid es recuperar la educación técnica"

La ex ministra del gobernador electo anticipa que se buscará hacer del polimodal un nivel obligatorio

Marcela Isaías / La Capital

“La mayor preocupación de (Jorge) Obeid es recuperar la educación técnica”, asegura María Rosa Stanoevich, la principal referente del gobernador electo en temas educativos. Revela así dónde estará puesto el acento de la próxima gestión educativa, espacio que en su momento el presidente Néstor Kirchner y el actual ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, también señalaron como prioritario.

Stanoevich fue elegida diputada provincial en las últimas elecciones. Durante la campaña, Obeid había asegurado a este medio que María Rosa estaría asesorándolo en materia educativa y que aspiraba a que presidiera la comisión de Educación de la Cámara baja. La ex ministra de educación provincial dice que no quiere defraudar al mandatario electo y ya piensa en ponerse al frente -consenso mediante- de esa comisión de diputados, a la que también podrían sumarse, en diciembre próximo, Tony Riestra y Verónica Benas, dos representantes del sector docente (Amsafé), electos por el ARI. “Con ellos y con Tessa (secretario general del gremio) nos sentaremos a conversar en los próximos días”, anticipó María Rosa sobre lo que espera que sea un trabajo legislativo de convivencia.

Consultada sobre quién será el próximo ministro, contesta con un prudente “no sé”, pero admite conocer que el nombre de Carlos Cantero, su ex subsecretario de Educación, es el que más se escucha en todos los sectores vinculados al área (ver aparte).

En una extensa charla, se define como una docente que se lleva bien con los maestros porque estuvo “38 años dando clases” y por lo tanto “maneja los mismos códigos” que aquéllos. “Nadie me va a explicar a mí lo que pasa dentro de una escuela, lo sé”, agregó categórica. También que le preocupa que se haya perdido la función básica que tiene la escuela, que es enseñar: “No puede ser que una directora a las 10 de la mañana esté más preocupada por comprar zapallitos que por los alumnos”.

Confesó, sin precisar cifras, que la asusta “la deserción creciente de alumnos”; que hubiera preferido que el conflictivo tercer ciclo de la EGB (7º, 8º y 9º años) quedara en la secundaria y que peleará para que el polimodal sea un nivel obligatorio en poco tiempo. También se ofreció como mediadora entre la Iglesia Católica y el nuevo gobierno a la hora de sentarse a discutir la educación privada.

-¿Qué le pidió Obeid en materia educativa para cuando asuma como diputada?

-Sacar la ley provincial de educación, que es una deuda pendiente. Todo lo que se ha hecho hasta ahora ha sido bajo los pactos federales, pero no puede ser que la provincia de Santa Fe no tenga su ley. Obeid quiere que sea una ley marco, de aplicación inmediata. Para eso se buscará gran consenso entre el gobierno, los partidos políticos y el gremio. La idea es que no se aleje de los principios básicos de la ley federal, como son la obligatoriedad; pero también que atienda a otros puntos importantes, como por ejemplo hacer obligatorio el polimodal en el menor tiempo posible.

-¿Cuál es la mayor preocupación de Obeid sobre la educación provincial?

-La educación técnica. Algo sobre lo que hemos charlado horas, y en lo que hemos empezado a trabajar para no confrontar con la ley federal. Queremos instalar la educación técnica en la provincia; no para que haya alumnos fabricando avioncitos en madera balsa, sino para formarlos en los saberes de la tecnología. No es posible que si en este momento se necesitan matriceros o torneros no los tengamos. En un país que tiende a la industrialización sacar la escuela técnica es algo descabellado. Por eso, por ejemplo, algo que hay que hacer es que los trayectos técnicos profesionales (TTP) no sean opcionales, porque eso les quita jerarquía.

Diálogo con el gremio

-¿Qué otros temas preocupan?

-Tener un buen diálogo con el gremio. También frenar la deserción, que es muy alta en muchos lugares, por ejemplo en el departamento San Javier y en las zonas periféricas de Rosario, donde comienza a registrarse desde el 6º año de la EGB. Y, a mi juicio, atender a la capacitación de los docentes.

-¿Charló con Obeid sobre la situación de la educación privada?

-En absoluto, no hemos conversado nada al respecto. Pero si Obeid me lo permite, me gustaría ser el nexo entre el gobernador y la Iglesia, a la cual yo evidentemente pertenezco, para ver si limamos todas las asperezas que existen, sin demonizar la educación privada. Es necesario llegar a un acuerdo, porque sabemos que hay escuelas parroquiales que cumplen una función que ni siquiera hace la pública. Y, de alguna manera, otras entidades privadas también deberán aggiornarse a los nuevos tiempos.

-Un informe (ver aparte) del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) afirma que la educación privada es privilegiada en la provincia. ¿Qué opina al respecto?

-No tengo esa misma visión. No fue así durante mi gestión ni en las que estuvieron antes que yo o las dos que le siguieron a la mía. En ninguna se ha nombrado gente en la enseñanza privada de más o de manera proporcional a la que se pudo nombrar en el sector público. Es muy probable que haya escuelas que hayan agrandado sus plantas, pero cuidado, lo pueden haber hecho las mismas patronales, no necesariamente con aportes del Estado. Pero de ninguna manera se le dio prioridad a la educación privada en la época de Obeid.

-¿Qué balance hace de su paso por el Ministerio de Educación?

-Entre las acciones que fueron muy buenas figura la aplicación del Proyecto 7 (modalidad para extender la obligatoriedad en las escuelas rurales), que ahora habría que mejorar. Otro tema que hay que rever es cómo se ubicó el tercer ciclo. Se tendría que haber secundarizado, no hacer la articulación (el 7º en la primaria y el 8º y 9º en la secundaria) y llevar el 7º, 8º y 9º años a la escuela media, pero se hizo lo que se pudo, porque hubo mucha presión del gremio. Yo tendería a secundarizarlo, para evitar la deserción.

"Quiero ser nexo entre el gobierno y la Iglesia".