Significativa presencia privada

Un estudio comparado realizado durante el 2002 por el Centro de Implementación de Política Pública para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y denominado “Las provincias educativas” afirma que una de las características que se destaca del sistema educativo provincial “es la presencia particularmente importante del sector privado en educación común (casi un 28 % de la matrícula asistía en el 2000 a este sector)”.

Es que actualmente un 24% de las unidades educativas y un 30% de los alumnos corresponden al sector privado, “porcentajes que ubican a la provincia entre las jurisdicciones en las que la enseñanza privada adquiere mayor preponderancia”. Aunque “la proporción de unidades gestionadas por el sector privado varía en los distintos niveles educativos, aumentando significativamente en el nivel medio y superior no universitario (donde alcanza un 68% del sector sobre el 23% de la EGB 1 y 2)”.

A su vez, dentro del sector privado, la mayoría de los establecimientos (69%) son confesionales y el 40% propiedad de la Iglesia, “lo que demuestra una vez más, el peso incuestionable de la misma en el sector privado”. También se cita como dato revelador, que el 62% de los establecimientos privados recibe subvención total, y si se consideran éstos más los que tienen subvención parcial, el porcentaje de establecimientos que recibe aportes estatales llega a un 86%.

Además, se indica que llama la atención que” si bien el porcentaje de alumnos que asisten a instituciones privadas es menor en la provincia que en la región, el porcentaje de gasto asignado es significativamente mayor que el de la media regional” . Por ejemplo, en 1994 había 200.999 alumnos matriculados y la transferencia era de 125 millones de pesos; en tanto que en el 2000 la cantidad de alumnos matriculados era de 223. 817 y la transferencia de 174 millones de pesos (actualmente es de 225 millones).

El informe del Cippec también describe el grado de independencia que tiene el sector privado dentro del sistema educativo provincial. Para el caso recuerda que esta historia está cristalizada en la ley de enseñanza privada Nº6427, de 1968, que además de considerar aspectos relativos al sector crea el funcionamiento provincial de enseñanza privada (Spep) junto con su cuerpo asesor. “El Spep depende directamente del ministro de Educación y goza de una relativa independencia que le permite funcionar como un pequeño ministerio que gestiona y administra, con reglas propias, sus escuelas”.

A su vez, el Spep cuenta con un cuerpo asesor que es un órgano con funciones consultivas, está integrado por un representante del ministerio (director del Spep), uno del cuerpo docente, uno de los padres y uno de los propietarios.

Por otro lado, el estudio aborda la normativa del sistema educativo, que se caracteriza -dice- por “su inorganicidad, complejidad, y abundancia de decretos, resoluciones y circulares por sobre las leyes”, sin normativas unificadoras, como una ley provincial de educación o el estatuto del docente. Cosa que no ocurre en el sector privado, ya que desde 1968 cuenta con su ley. “La existencia y la antigüedad de una ley propia para el sector, especialmente cuando se la contrapone a la falta de un marco legal organizativo para el sector público, es un indicio del nivel de conformación y de independencia que caracteriza a la enseñanza privada santafesina”, indica finalmente el estudio.