| miércoles, 10 de septiembre de 2003 | Al menos 15 muertos y 70 heridos en dos atentados suicidas en Israel Hamas se responsabilizó de los ataques ocurridos con seis horas de diferencia en Tel Aviv y Jerusalén Jerusalén y Tel Aviv. - Al menos quince israelíes murieron ayer y otros 70 fueron heridos en dos atentados suicidas perpetrados con seis horas de diferencia, cuyas autorías fueron reconocidas por Hamas. Los atentados dificultan aún más los esfuerzos por formar un nuevo gobierno palestino y continuar con el frágil proceso de paz en la región.
El primer atentado se produjo en una parada de autobús cerca de la base del ejército de Tzrifin, en la ciudad de Rishon LeZion, sureste de Tel Aviv, donde un palestino suicida mató a ocho soldados e hirió a otras 30 personas, 15 de ellas de gravedad. Dada su situación geográfica, esta área, cercana a Tel Aviv, es regularmente frecuentada por numerosos soldados que hacen allí autostop cuando abandonan la base militar. La prensa israelí dijo que la estación de autobuses estaba repleta de soldados que abandonaban la base militar después de un día de trabajo, cuando un suicida se les acercó e hizo estallar la bomba que llevaba atada a su cuerpo. Según la policía, el terrorista suicida viajó ayer hasta Tzrifin en un automóvil. Poco después salió del vehículo, vestido con un abrigo, se dirigió a los soldados agrupados en la parada e hizo detonar la bomba. No se confirmaron reportes acerca de que el terrorista suicida era una mujer. Las primeras investigaciones de la policía apuntan que el atacante llevaba la bomba conteniendo numerosos clavos y tornillos en un bolso.
Terror en Jerusalén Unas seis horas después un palestino se hizo volar por el aire en un concurrido café en el centro de Jerusalén, y mató a al menos siete israelíes. Más de 40 personas resultaron heridas. La explosión ocurrió en el café Hillel, en el barrio Colonia Germana del área judía en el oeste de Jerusalén. Numerosas cafeterías y restaurantes se encontraban abiertos en esa calle cuando se produjo el estallido. "Un suicida con explosivos ingresó al café y los detonó", dijo el jefe de policía de Jerusalén, Mickey Levy. "Dos guardias estaban apostados en el café, uno en la entrada y otro adentro". "Aparentemente el guardia de la entrada lo vio y trató de impedir que ingresara. Pero entró y hubo una poderosa explosión", agregó.
Radicales islámicos El Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) reivindicó los dos atentados suicidas perpetrados en la base militar de Tzrifin, Tel Aviv, y en Jerusalén Oeste en un comunicado enviado a la cadena Al Yazira. "Después de los dos ataques en Tel Aviv y en Jerusalén, a pesar de todas las medidas de seguridad israelíes, hicimos saber a los sionistas que era tiempo de venganza", afirman en un comunicado las Brigadas de Izz el-Din al-Qasam, el brazo armado de Hamas.
El fundador y líder espiritual de Hamas, el jeque Ahmed Yassin, afirmó que la organización toma de esta manera represalia por los diversos ataques israelíes contra la conducción del grupo durante las últimas tres semanas, que dejaron más de diez activistas muertos. El propio Yassin resultó herido leve en un frustrado "asesinato selectivo" israelí el pasado sábado. En tanto, el portavoz de Hamas Abdel Aziz Rantisi afirmó en Gaza al canal británico Sky News que el hecho de Rishon LeZion es "una respuesta directa a los crímenes israelíes".
El gobierno del premier israelí, Ariel Sharon, acusó inmediatamente a Hamas e implícitamente al líder palestino Yasser Arafat, a quien consideró indirectamente "responsable" de los ataques. La dirección palestina, por su parte, condenó los atentados y resaltó "que este mismo día Israel mató a tres palestinos, uno de ellos un adolescente".
Después del primer ataque, un funcionario de la oficina del premier Sharon dijo que Israel "tomaría las medidas necesarias para defender a su pueblo de la falta de voluntad de la Autoridad Palestina" para desmantelar a los grupos militantes islámicos. De hecho, el jefe del brazo armado del movimiento radical palestino Hamas en la ciudad de Hebrón (sur de la Cisjordania), Ahmad Badr, y uno de sus lugartenientes, resultaron muertos en una operación del ejército israelí. Ahmad Badr y Abed Misk murieron en un tiroteo con efectivos del ejército israelí que dispararon misiles contra un edificio en el que los dos hombres se habían atrincherado junto a otros militantes.
Un adolescente palestino de 13 años murió poco antes al recibir metralla procedente de misiles disparados por los soldados contra el edificio. La televisión pública indicó que el primer Ariel Sharon, que se encuentra de visita oficial en India, fue informado del atentado y que no descartaba reducir su estancia.
Condena palestina Ahmed Qorei, nominado por el presidente Yasser Arafat como reemplazante de Abbas, condenó los atentados explosivos y pidió a los dirigentes israelíes y palestinos poner fin al ciclo de violencia que frustra los esfuerzos de los mediadores de paz. Qorei había dicho que no asumiría el cargo si eso significa estar bajo el mismo "mandato israelí" que llevó a su predecesor a fracasar en sus intentos por lograr la paz. El político dijo que los líderes palestinos estaban comprometidos con la coexistencia con Israel, según requiere el plan de paz, que contempla medidas para poner fin a casi tres años de violencia y la creación de un Estado palestino en Cisjordania y la Franja de Gaza en 2005.
La llamada "hoja de ruta" hacia la paz fue diseñada por las Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, y es fuertemente respaldada por Washington. Qorei dijo que no aceptaría su nominación a menos que dejaran de tratar de aislar a Arafat y se suspendieran los ataques contra los militantes islámicos.
Algarabía en campo de refugiados Decenas de refugiados palestinos salieron a las calles del campo palestino de Ain Helue, en Líbano sur, para expresar su alegría tras el anuncio del primer atentado, constató un periodista de la agencia AFP.
Algunos refugiados, principalmente jóvenes que no mostraban su pertenencia a alguna de las múltiples organizaciones palestinas representadas en el campo, distribuían dulces entre los transeúntes y los automovilistas al anunciarles "la buena noticia". Vehículos dotados con altavoz circulaban por las calles del campo, el más grande del Líbano, con unos 70.000 refugiados, y difundían himnos nacionales palestinos interrumpidos por las últimas informaciones procedentes de Tel Aviv sobre el balance del atentado.
Tres mezquitas controladas por grupos fundamentalistas reproducían himnos islamitas mientras la gente se apiñaba en torno a televisores, que permitían seguir los acontecimientos. (Reuters, AFP y DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La estación de autobuses cerca de Tel Aviv. | | |