La primera del siglo XXI

Primera enfermedad nueva del siglo XXI, la neumonía atípica, de la que un caso fue confirmado ayer en Singapur, afectó a cerca de 9.000 personas en unos meses y provocó la muerte del 10 por ciento de los enfermos. Su tasa de mortandad y la relativa facilidad con la que se contagia explica la movilización sin precedentes de científicos, médicos y políticos.

Los epidemiólogos temen particularmente que el Sras, para el que no existe vacuna, penetre en Africa, donde haría estragos, ya que la enfermedad afecta sobre todo al personal médico, impone un tratamiento riguroso y estrictas medidas de aislamiento que este continente, ya terriblemente afectado por el sida, el paludismo y la tuberculosis, tendría serías dificultades en aplicar.

Según los expertos, en la provincia china de Cantón, donde surgió la enfermedad en noviembre pasado, una sola persona habría transmitido la enfermedad a más de otras cien.

Además, los científicos no están seguros de que ciertas personas que no desarrollan los síntomas puedan contagiar de todos modos el virus. Ignoran asimismo si el virus se modifica y se refuerza al pasar de enfermo a enfermo.

Causado por un coronavirus, el Sras se transmite en general por contacto con los enfermos o con sus fluidos corporales. Pero, aunque no existe ninguna prueba científica de que se transmita por la sangre, la mayoría de los países decidieron excluir de las donaciones de sangre a las personas que presenten síntomas de la enfermedad y que podrían ser portadoras del virus.

La secuencia genética del coronavirus ya ha sido realizada y las investigaciones científicas se orientan ahora hacia la elaboración de nuevos medicamentos, de una vacuna y de análisis de diagnóstico precoz.

Una investigación de científicos chinos, publicada la semana pasada por la revista científica norteamericana Science, confirmó que el virus responsable del síndrome respiratorio agudo severo infecta al hombre a partir del gato de algalia, animal salvaje que se vende en los mercados de China y es consumido como un alimento refinado.