| domingo, 07 de septiembre de 2003 | "Tiro de gracia" a los esfuerzos de pacificación de Medio Oriente Dimitió el premier Mahmud Abbas por su enfrentamiento con Arafat El control de los servicios de seguridad palestinos, vitales para la lucha contra los integristas, precipitó la crisis Ramala, Cisjordania. - En dos golpes demoledores al proceso de paz en Medio Oriente, el primer ministro palestino, Mahmud Abbas, renunció ayer a su cargo por sus diferencias con el presidente Yasser Arafat, mientras que el ejército israelí hirió en un ataque aéreo al jefe máximo del grupo integrista islámico Hamas, el jeque Ahmed Yassin (ver página 29).
Mahmud Abbas presentó su carta de dimisión a Arafat, quien tras evaluarla durante algunas horas comunicó al Parlamento palestino que había decidido aceptarla. De inmediato, Israel advirtió que no aceptará bajo ningún concepto que el control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) quede en manos de Arafat, a quien el canciller israelí, Silvan Shalom, consideró el principal responsable de la inestabilidad en la región. La decisión de Abbas, que atribuyó su renuncia a "obstáculos internos" y a la política de Israel y EEUU, repercutió inmediatamente en Tel Aviv y Washington, cuya insistente presión sobre Arafat fue decisiva para la creación del cargo de primer ministro y la designación del moderado Abbas en el puesto. Tras conocer la noticia, Washington exhortó a la calma y anunció que no cederá en sus esfuerzos por lograr la paz en Medio Oriente y llevar adelante la "hoja de ruta".
Negativa israelí Desde la oficina del premier israelí, Ariel Sharon, se reiteró ayer que el Estado judío no aceptaría una situación en la que la ANP sea dirigida por Arafat o alguno de sus hombres. Tanto EEUU como Israel se niegan a negociar con Arafat, a quien culpan de las acciones de los activistas palestinos y acusan de alentar en lugar de perseguir a los grupos radicales.
El ministro de Información, Nabil Amer, dijo que la renuncia era consecuencia de varios meses de conflicto entre Abbas y Arafat sobre el reparto del poder. Abbas enfrentó fuertes protestas y aseguró que no seguiría en el cargo si el Parlamento no lo respaldaba en su esfuerzo por controlar los servicios de seguridad, vitales para la lucha antiterrorista Por la ley palestina, Arafat tiene dos semanas para designar un nuevo premier y su nominado otras cinco para formar gabinete.
Observadores palestinos no descartan que la renuncia sea una jugada táctica de Abbas para forzar a Arafat a volver a nombrarlo, pero esta vez con poderes más amplios y más definidos. Otros, sin embargo, indican que Abbas presentó su dimisión para evitar una moción de confianza de su gobierno, medida que había sido solicitada por algunos diputados.
Arafat se vio obligado a designar a un primer ministro presionado por la comunidad internacional para reformar la ANP a cambio del respaldo de países extranjeros para que cree un Estado palestino. El veterano líder palestino vio en el nombramiento un intento de relevarlo de sus poderes y ambos políticos tuvieron sus diferencias por las competencias del cargo de premier. Recientemente la disputa se centró en el control de varias fuerzas de seguridad. Abbas pidió a Arafat asumir el control del 60% de las organizaciones de seguridad palestinas, que todavía acatan sus órdenes, pero el premio Nobel de la paz se negó a hacerlo.
El presidente del Parlamento palestino, Ahmand Qorei, próximo a Arafat, se perfila como el candidato con más posibilidades de acceder al puesto de primer ministro de la Autoridad Palestina. El candidato preferido de Washington parece ser el ministro de Finanzas del actual gobierno, Salam Fayad, un tecnócrata de 50 años, que trabajó durante largo tiempo para el Banco Mundial y fue delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en los territorios. (AFP, DPA y Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Mahmud Abbas abandona su oficina en Ramala. | | |