| domingo, 07 de septiembre de 2003 | Sectores. La medida que promueve la compra de autos con Boden 2012, sumada a una menor incertidumbre, mejoraron la performance prevista para este año El sector automotriz aceleró en la segunda mitad del año A principios de 2003 preveían un mercado de 90 mil unidades. Hoy, incentivos mediante, llegaría a 150 mil Sndra Cicare / La Capital El año termina con mejores perspectivas de lo que empezó para la industria automotriz y, como correlato, para el comercio de vehículos en el mercado interno. A la pequeña reactivación económica y la desaceleración en la incertidumbre después del cambio de gobierno, se le sumó en los últimos días una medida concreta tendiente incentivar las ventas del sector: el Plan Boden para la adquisición de unidades nacionales.
En esa suma de factores, el sector automotriz salió ganando. De hecho, a principios de año se preveía que el mercado alcanzaría, con suerte, las 95 mil unidades. A partir del segundo semestre la situación cambió y las previsiones llegan hoy a las 130 mil unidades, que por efecto de las medidas oficiales podrían crecer incluso hasta las 150 mil.
Aún así, las estimaciones están muy lejos de alcanzar las ventas de la década pasada y mucho más de llegar a copar la capacidad instalada de las industrias asentadas en el país.
"El primer semestre de este año fue muy malo, con ventas mensuales incluso inferiores a las 6.000 unidades, es decir un volumen equiparable al de los años 60", indicó a La Capital el presidente de Fiat Auto, Cristiano Ratazzi.
La situación cambió radicalmente a partir de la segunda mitad del año. "Hemos pasado a un ritmo de más de 13 mil unidades al mes, aún muy escasas frente a las más de 40 mil de buena parte de los años 90 y la potencialidad del mercado argentino", apuntó el directivo.
Tanto para los industriales como para los concesionarios locales, la compra de autos a través de Boden 2012 es una medida limitada. De hecho, las industrias iban por más, ya que en el paquete de propuestas que elevaron al gobierno para reactivar el sector también figuraba la posibilidad de formar un fideicomiso sobre la deuda que mantiene el Estado con las terminales por el Plan Canje -que supera los 350 millones de dólares- y así financiar las ventas.
También están convencidos de que es necesario recuperar la competitividad en materia de exportaciones con medidas como una devolución más rápida del IVA, entre otras.
De todos modos, las propuestas sólo se transformaron en hechos en el caso del Plan Boden, pero el gobierno no avanzó en el resto de las iniciativas que pretendía la industria.
Nacionales vs. brasileños Las críticas al Plan Boden apuntan esencialmente a que restringe la posibilidad sólo para los vehículos nacionales y excluye así los autos de fabricación Mercosur, especialmente los que vienen de Brasil.
No se trata de una cuestión menor, habida cuenta que tras la crisis económica de la Argentina, muchas terminales decidieron trasladar su producción al país vecino para ganar competitividad, incentivados además por las medidas oficiales que alentaban el intercambio intra Mercosur.
El director de Ford Argentina, Rodolfo Ceretti, sostuvo que esa exclusión "significa un cambio de reglas de juego muy serio, porque al tomar sólo a los vehículos de producción nacional se deja de lado a los vehículos que traemos de Brasil, bajo la especialización a la que el mismo gobierno nos había inducido".
La bandera contra esta restricción la levantaron también el resto de las automotrices. El director de General Motors, Alberto García Carmona, precisó que la industria le planteó al gobierno esta inquietud a través de la Asociación de Fábricas de Autos (Adefa). "Esperamos alguna reconsideración", explicó el directivo quien precisó que "lo importante es entender que nuestra estrategia es Mercosur, no vemos una división tajante entre ambos países y tratamos de que cuando el mercado brasileño está bajando como ahora y nosotros tenemos que exportar, lo hacemos gracias a la asignación de mercados que ellos nos dan. Así está concebido el régimen Mercosur".
En el caso de GM quedan fuera del beneficio autos como el Vectra, el Astra o la Zafira y sólo están disponibles las distintas versiones del Corsa y la Suzuki Vitara, ambas fabricadas en la planta Rosario de la automotriz.
A Ford también la exclusión de los modelos fabricados en Brasil le pega de lleno en el negocio. De hecho, quedan afuera de la operatoria sus modelos Fiesta, Ka y Ecosport, que lograron un buen posicionamiento en el mercado nacional.
"Es lamentable que en esta oportunidad no se haya respetado el esquema de especialización industrial que alentó las radicaciones de las terminales tanto en Argentina como en Brasil", dijo Ratazzi de Fiat, una automotriz cuyos modelos quedaron excluidos de este beneficio.
"Es preocupante que nos apartemos de los criterios que sustentan el régimen automotor del Mercosur, aunque también debemos reconocer que, en ocasiones, el gobierno de Brasil impulsó medidas que afectan la producción argentina, como ocurre en el rubro camiones, donde los made in Argentina no se benefician con los créditos blandos del Finame, sólo previstos para los de producción brasileña", agregó Ratazzi.
Esta es una cuestión sensible para la automotriz de bandera italiana, ya que estuvo directamente afectada por la misma cuando la firma Iveco Argentina -subsidiaria de Fiat- quedó al margen de esta financiación.
Para el titular en Rosario de la Asociación de Concesionarios de autos de la Argentina (Acara) Armín Reutemann, "si la medida se abriese a los autos Mercosur saldríamos beneficiados" ya que los vehículos provenientes de ese país tienen muchas piezas argentinas.
Además, "el auto es un gran generador de impuestos como patente, seguro, el combustible que carga", con lo cual cuanto más autos se vendan, aunque no sean nacionales, más ingresa al fisco vía tributos.
En épocas de vacas flacas cualquier incentivo es una medida bienvenida. Así lo entienden industriales y comerciantes. "Creo que va a ayudar a la venta", dijo Reutemann y agregó que "activará una demanda reprimida".
En la misma sintonía se expresó García Carmona (GM). "En este momento, cualquier medida que incentive la compra de vehículos es buena porque hoy el volumen del mercado es chico y una gota de agua en el desierto es bienvenida", expresó el directivo de la automotriz.
Por su parte, el gerente de ventas de Giorgi Automotores (concesionario de Ford), Marcelo Buzzoni, explicó que en particular "la medida nos viene bien porque los dos coches que toma (Focus y pick up Ranger) son muy vendibles".
Ahora, cuando se trata de comparar, los concesionarios miran como ejemplo el Plan Boden aplicado en octubre del año pasado, al que consideraron como el más ventajoso. "El gobierno dispuso de 300 millones de pesos por sesenta días", dijo Alfredo Pesado Castro, de Pesado Castro Motors, concesionario de Chevrolet.
En tanto, el gerente de Renault Centro, Daniel Angaroni calificó como "excelentes" las ventas realizadas a través del plan anterior, donde no había restricciones en el origen de la manufactura.
Por otra parte, los beneficios económicos también pesaban a la hora de las comparaciones. Reutemann, quien además es titular de un concesionario Volskwagen, explicó que "el plan comenzó con descuentos de hasta el 18 por ciento y terminó cerca del 12 por ciento".
"En ese momento, el plan era corto y la gente se apuró a comprar", dijo Reutemann. "Ahora la primera reacción es consultar y tomarse más tiempo para concretar la operación".
Un sistema con cupo Aunque todo viene bien para las ventas, nadie se ahorra críticas sobre las limitantes de la medida. Sumadas a las restricciones de unidades nacionales los concesionarios se quejan por el cupo de ventas.
La reglamentación 253/03 del Ministerio de Economía de la Nación establece que "se ha establecido un cupo máximo de 500 millones de pesos, que será adjudicado a razón de 100 millones por mes calendario".
Además, establece que mensualmente "en cada licitación sólo serán tomadas en cuenta hasta 3 ofertas por cada comprador y hasta 10 por cada vendedor".
"El primer día que se anunció la medida tuvimos muchas consultas y la reacción de venta fue buena, pero cuando llegó la reglamentación de este sistema nos desalentó, porque dice que va a haber un cupo de venta por concesionario", se quejó Angaroni de Renault Centro.
Esta restricción en el número de operaciones por vendedor y comprador busca no sólo equilibrar la licitación sino además evitar que se supere el cupo de 100 millones fijado oficialmente.
En Rosario, pese a los límites, la medida vino como anillo al dedo para un sector que estaba en franco repunte y copado de promociones y bonificaciones.
Así, pese a las variantes del caso, los concesionarios estiman que el plan Boden 2012 les aumentará las ventas entre un 15 y un 40 por ciento en el mejor de los casos.
En muchos casos, la medida sumará ventas a las que ya venían realizando las empresas con beneficios propios. En otros, el plan reemplazará en parte a las operaciones tradicionales. Pero en suma, siempre aumentará la performance prevista para este año.
Para los compradores, la medida es más que alentadora. De hecho, logrará obtener un descuento que -impuestos y gastos mediante- será del orden del 10 por ciento sobre el precio de venta y en muchos casos, sumados a las bonificaciones que ya realizaban las terminales sobre determinados vehículos, por allí sacan alguna tajada mayor.
Los concesionarios consultados coincidieron en que la gente se acercó en forma inmediata para aprovechar el beneficio y las ventas con Boden 2012 no se hicieron esperar.
De hecho, en la ciudad los compradores que se acercaron no fueron tenedores originales de los bonos, sino que salieron a comprarlos al mercado para aprovechar esta ventaja.
Buzzoni, de Giorgi, explicó que el miércoles, a sólo dos días y medio de anunciada la medida en la concesionaria cerraron 22 operaciones, 14 correspondientes a Focus y 8 a pick up Ranger.
Pesado Castro, precisó que en la concesionaria de GM se concretaron tres ventas por Boden. "Hay más consultas que ventas pero éstas se van a ir dando a medida que se vaya tomando nota del descuento", dijo Alfredo Pesado Castro.
Angaroni, de Renault Centro, apuntó: "El 80% de las operaciones que concretamos fueron con Boden". Explicó que en tres días se hicieron diez ventas y ocho fueron bajo la modalidad de bonos.
La firma del rombo tiene incluidos en el plan toda la gama de los Kangoo, de los Megane y las del Clio, excepto la versión tres puertas de éste último modelo que se fabrica en Brasil. También quedaron afuera el Scenic, el Master, que se manufactura en el vecino país, y el Laguna, de fabricación francesa.
Lo que se viene Aunque aún faltan casi cuatro meses para que poder hacer un balance definitivo del año, la industria se mostró conforme con lo andado hasta ahora. "El 2003 cerrará algo mejor que el 2002, en buena medida como consecuencia de que se fue disipando el temor a un descontrolado rebrote inflacionario y a que se fue saliendo del desorden político-institucional", dijo Ratazzi de Fiat, quien pronosticó para el 2004 "no habrá ningún milagro pero el mercado tendría que mantenerse en torno de las 10 a 15 mil unidades mensuales".
Para García Carmona de GM, "es difícil en los próximos años poder llegar a un mercado como el del año 1998, cuando se vendieron 500 mil unidades, aunque sí estamos cerca de lo que Argentina necesita para poder apuntalar planes de crecimiento e inversión". enviar nota por e-mail | | Fotos | | El sector intenta despegar con los Boden. | | |