| domingo, 10 de agosto de 2003 | Cocina: ternura dulce Quique Andreini / La Capital Mi querida amiga, por suerte, parece que lentamente el estado de ánimo de los argentinos está cambiando, y para bien, por lo que vuelven las diferentes excusas para reunirnos con familiares y amigos. Y no me va a negar que en cualquiera de estas ocasiones presentar algunas masitas secas simples, pero siempre tentadoras. Para acompañar un café serán bien recibidas, sobre todo si tienen ese sabor tan particular de haber sido hechas en casa. Antiguas recetas populares, siempre deliciosas, son algunas de las propuestas de esta nota.
Napolitanos Necesitará:
200 gramos de almendras
300 gramos de harina
250 gramos de azúcar
1 huevo
1 yema
200 gramos de manteca (no margarina)
Preparación: Sumerja almendras peladas en agua hirviendo, déjelas sólo unos minutos, retírelas y con la ayuda de un paño de cocina les retira la piel. Las pone sobre una placa y las lleva a horno para apenas dorarlas y conseguir así potenciar su sabor. Luego las pica finamente. Ponga sobre la mesa la harina y agregue el azúcar, las almendras picadas y unas gotas de esencia de vainilla.
Mezcle bien estos ingredientes y dispóngalos en forma de corona. Coloque en el centro el huevo completo y una yema. Incorpore la manteca cortada en trocitos y forme una masa trabajándola rápidamente (solamente lo necesario para unir bien todo y hacer un bollo de masa). Envuélvala en un film y reserve en la heladera durante una hora. Luego que la masa haya reposado, estírela con un palote dejándola de un centímetro de espesor.
Corte las masitas con un corta pastas redondo de bordes acanalados y de 5 centímetros de diámetro (está bien, no tiene de 5 centímetros, use el que tiene), acomode los discos sobre una placa para horno enmatecada y enharinada, cuidando de dejar suficiente espacio entre ellos porque se dilatarán al cocinarse. Con un corta pastas similar al anterior, pero un poco más chico, corte el centro de cada masita. Con la punta de un cuchillo retire el trocito de masa. Esos trocitos los vuelve a unir y los sigue usando para seguir haciendo masitas.
Introduzca la placa en horno precalentado en el estante superior (allí el calor es más fuerte) y cocine las masitas de 7 a 10 minutos. Una vez a punto, retírelas cuidando de no romperlas, enfriar sobre una rejilla para que el aire circule por todos lados y las deje bien sequitas. Antes de servir las puede espolvorear con azúcar impalpable. Otra opción es bañarlas con un baño de glacé, poniendo en un bol 120 gramos de azúcar impalpable junto con 75 gramos de agua. Caliente la preparación muy suavemente hasta que el azúcar se disuelva por completo. Con ayuda de un pincel pinte la superficie superior de las masitas con el glacé. Introdúzcalas nuevamente en el horno hasta que se seque el baño (no ese no, el baño con glacé).
Estas masitas son excelentes y se conservan muy bien guardadas en latas herméticas... aunque conociéndola, dudo que resistan más de una hora sin que desaparezcan.
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