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 domingo, 10 de agosto de 2003

La inclusión de los planes asistenciales como trabajo efectivo complica el análisis
El desempleo les pega duro a los jóvenes rosarinos
Un tercio de los ocupados gana menos de $ 300. Se agrandan los períodos de desocupación

Sandra Cicare / La Capital

Joven, varón, con un nivel de instrucción básico y sin estar a cargo del hogar marcan el perfil del universo de desocupados que pueblan el Gran Rosario. Se trata de 103.649 personas que, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares que realizó el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) en mayo de 2003, no tienen trabajo y lo buscan activamente. Si bien la cifra es 6,4 por ciento más baja que en el mismo mes del año pasado (17,9% contra 24,6%), muy poco se puede hablar de la creación de puestos de trabajo genuino, puesto que allí están incluidos los planes Jefes y Jefas de Hogar que son considerados por la muestra oficial como empleo formal, aunque se trata de un subsidio de 150 pesos.

Los datos preliminares de la encuesta del Ipec demuestran como el desempleo afecta cada vez más a la población de entre 15 y 24 años. Por caso, el 44 por ciento de los que no tienen trabajo se encuentran en ese rango etáreo y pasan a conformar el núcleo duro de desocupación, que es el que hace más de un año que no encuentra trabajo.

En mayo de 2002 el grueso de los desempleados que hacía más de un año no conseguían trabajo se ubicaba entre los 50 y 59 años, mientras que en la muestra de este año son los jóvenes de entre 20 y 24 los más afectados.

Por otra parte, los desocupados sin ocupación anterior subieron del 11 al 25 por ciento en un año, lo que habla de las dificultades de los jóvenes para ingresar en el mercado laboral de la región.

La realidad de los que tienen trabajo en la región no es mucho más alentadora. Más de tres sobre diez ocupados del Gran Rosario que declararon ingresos cobran menos de 300 pesos, con lo cual no llegan al salario mínimo vital y móvil que fijó el gobierno para fin de este año.

Aquí también salta a la luz la presencia de los planes oficiales, que suman 52.700 en la ciudad de Rosario y casi llegan a los 80 mil en todo el aglomerado.

Hay que destacar que además el gobierno tiene registrados en Rosario 1.350 beneficiarios del Programa de Asistencia Social Solidaria, de 100 pesos y 5.780 personas que cobran el plan Familia, un subisidio de 100 pesos para el titular y de 20 pesos por hijo, con un techo de 200 pesos.

La encuesta detecta este fenómeno, ya que 71.859 personas declararon cobrar hasta 150 pesos y de ese total unas 60 mil se declararon como obreros o empleados, mientras que sólo 11 mil son trabajadores por cuenta propia.

Si se compara con mayo del año pasado, la mayoría de los que percibían hasta 150 pesos eran los trabajadores por su cuenta, lo que indica la existencia de un segmento en el que mayoritariamente se ubican los trabajadores que se dedican a changas o empleos temporales.

Por otra parte, en la encuesta se detecta un gran número de personas ocupadas que no tienen ingresos, el 23 por ciento del total, un universo de 110 mil habitantes de la región.

Poco se dice desde el gobierno sobre este fenómeno. "Puede suceder que no haya declarado sus ingresos, que aún no los haya cobrado cuando fue encuestado o bien que no le pagan un salario", explicó la directora del Ipec, Raquel Pelliatelli.

En este sentido, la funcionaria explicó que generalmente en la encuesta los ingresos están subestimados en un 25 por ciento.

Para el economista Carlos Crucella, hay varias explicaciones. "Mucha gente no quiere declarar los ingresos porque sigue pensando que la encuesta puede ser usada por la Afip; hay un gran ocultamiento de las personas con ingresos altos y también muchos otros de sectores bajos que realizan changas, están en negro y no los registran como un ingreso estable".

Aunque la encuesta no está realizada para medir la distribución del ingreso, la diferencia entre los que más cobran es 17 veces superior a los que menos cobran, con un rango que va de los 150 a los 2.600 pesos.

De todos modos, estos números no permiten conocer el nivel máximo de ingresos que se cobra en la región, ya que el tope máximo se fija de acuerdo al mayor ingreso declarado en cada muestra.

"Sería interesante que el extremo superior quede abierto, ya que cualquiera que piense un poco puede demostrar que en la región hay ingresos por encima de los 2.600 pesos", declaran los analistas.


Cómo es el empleo
El mercado laboral de la región está poblado de trabajadores sobreocupados, es decir aquellos que trabajan más de 45 horas semanales. En la última muestra este grupo representa el 36 por ciento del total de los ocupados, dos puntos más que en mayo de 2002.

"Esto tiene que ver con los problemas de ingresos", explicó Crucella, quien indicó que en la región la jornada de entre 35 y 45 horas (de 8 horas diarias) va perdiendo el nivel de realismo".

En estos números están presentes aquellos que hacen horas extras que no figuran en el contrato laboral o de quienes buscan tienen más de un trabajo porque los ingresos se le caen.

El nivel de subocupados, aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales, cayó en mayo de este año a 15,6 por ciento contra un 16,9 por ciento del mismo mes de 2002, lo que indica que esta tendencia se mantuvo en los últimos doce meses.

Sin embargo, la brecha es sustancial si se compara mayo de 2003 contra octubre de 2002, cuando los subocupados sumaban el 20 por ciento. "Esto se pude explicar por el nivel de reactivación incipiente que se dio este año", dijo Crucella y explicó: "Hubo un gran número de personas que consiguieron trabajar más horas, en parte porque muchas suspensiones se levantaron y además, existen muchos beneficiarios de planes Jefes y Jefas de Hogar que están trabajando en el sectorprivado con jornadas más extensas".

De todos modos aclaró que esto no implica "la generación de puestos de trabajo", ya que en esta coyuntura "la situación sigue siendo inestable y es muy raro que las empresas incorporen gente", dijo Crucella.

En rigor para la directora del Ipec los empleados del Estado también conforman el grupo de los subocupados. "Los sueldos de los empleados públicos son de 350 pesos y trabajan 30 horas semanales, con lo cual son subocupados", dijo la funcionaria.


Análisis por sector
El empleo en la región, como hace un año, sigue concentrándose en los rubros del comercio, la industria y la enseñaza respectivamente.

En tanto los desocupados provienen mayoritariamente del comercio, la construcción y la industria manufacturera, todos ellos con una ocupación anterior.

A la hora de definir las razones por las cuales los desocupados buscan trabajo, la encuesta permite determinar que en forma casi paralela lo hacen para cubrir el presupuesto básico o para complementarlo.

Aunque aquí juega con fuerza la cuestión del género. La mayoría de los varones buscan trabajo para cubir el presupuesto, mientras que en menor medida lo hacen las mujeres, que en cambio figuran como las primeras en buscar empleo para complementar los ingresos.

"Existe un mandato sexista que supone que el varón debe proveer los ingresos familiares, lo cual no es cierto", dice Crucella.

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Los jóvenes que esperan encontrar trabajo.

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