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 domingo, 10 de agosto de 2003

Mercados
Brasil se afirma y el dólar baja

El congreso brasileño logró pasar la reforma previsional y se afianzó en su cargo el ministro de Economía Paolocci, a quien se lo daba por renunciado y ya tenía en Dirceu su probable reemplazo. De esta forma el real se tranquilizó y ahora cotiza en torno de 3 pesos llevando calma al mercado y haciendo que el peso se ubique en 2,94 frente al dólar y con tendencia a la baja de cara a los próximos días.

En los últimos 15 días el peso se devaluó desde los 2,77 por dólar a la peligrosa zona de $3. En dicho período el Banco Central (BCRA) no se inmutó frente a la devaluación del peso, siguió colocando letras en el mercado a una tasa de interés decreciente y aprovechó para absorber pesos excedentes. Por otro lado compro dólares en el mercado convalidando precios a la suba para no mostrar una brecha tan amplia entre la relación precio-dólar y real-dólar.

De lo acontecido en la última quincena queda claro que el BCRA tiene herramientas más que poderosas para contener la suba de dólar: un mercado altamente regulado, tasas en niveles muy bajos, sistema financiero hiperlíquido e inexistencia de tomadores de crédito en el sector privado. Pero el verdadero misil que detiene al dólar es el saldo de la balanza comercial que se ubica en un promedio de 1.700 millones de dólares mensuales y genera una oferta de dólares importante que impacta sobre el precio de la divisa y produce una apreciación del peso.

De no mediar otro conflicto económico en Brasil el precio del dólar debería retroceder a la zona de 2,80-2,90, ya que en el mercado local no hay quien pueda absorber semejante superávit comercial mensual. Si bien se nota una mayor demanda del billete, difícilmente podamos afirmar que estamos frente a un escenario de corrida cambiaria que desestabilice el precio de la divisa y por ende a la economía en general.

No obstante cabe dejar bien en claro que hay variables que resultan incontrolables, como por ejemplo la suba de la tasa de retorno de los bonos de tesorería americano, la paridad del real o la cotización de la soja. Una modificación en algunas de estas variables obligaría a cambiar el pronóstico.

Todo esto indica que el país ha comenzado a convivir con un escenario internacional que le es hostil y que por lo tanto será más que necesario comenzar a realizar las reformas estructurales para atraer inversiones privadas. De lo contrario en los próximos trimestres se asistirá al agotamiento del impulso reactivador de la devaluación y se entrará en un cono de sombras que será muy difícil disipar.

Los poseedores de créditos hipotecarios, prendarios y personales que se actualizaban por Coeficiente de Variación Salarial sumarían un nuevo beneficio a partir del mes de enero ya que sus créditos no serán actualizados nunca más por este mecanismo.

Su capital hasta esa fecha se incrementará un 10% para a partir de allí solo variar en función de la tasa que le aplican las entidades. Las tasas que actualmente cobran los bancos para estos créditos son del 12,38% para los hipotecarios, 16,41% para los prendarios y del 25,98% para los personales que quedarán fijas y de mediar un aumento en la tasa de mercado ésta será abonada por el Estado tomando como parámetro para la compensación el equivalente a la inflación de año y también una del 3,5% anual.

Si tiene un crédito hipotecario vuelve a ser subsidiado, el capital aumentara el 10% pero de allí en adelante la cuota se irá licuando con el tiempo, no estábamos tan errados cuando decíamos que la tendencia es no cancelar porque este gobierno teme a la opinión pública y ante cada dificultad propone un jubileo que pagan todos los argentinos.

Como mínimo se debería calificar la medida de poco seria. Por medidas de este tipo aún le debemos al sistema financiero más de 7.000 millones de pesos en concepto de compensaciones que serán pagadas con más deuda pública, ya que se les entregará Boden 2012 como compensación.

El acuerdo con el FMI es otro capítulo de la coyuntura económica, todo haría indicar que se firmaría un acuerdo a un año de plazo y no a tres como lo plantean los organismos de crédito internacionales.

Si esto es así habrá que pensar que la deuda argentina no se reestructurará en el año 2004 ya que si Argentina no puede firmar un acuerdo por tres años, menos aún puede sentarse a negociar con acreedores proponiéndole pagar sus deudas a un plazo de 30 años.

Conclusión: Perspectivas de un dólar mucho más tranquilo en el rango de $2,80-2,90. Un contexto internacional que luce mucho más hostil para Argentina. Posibilidad de un acuerdo con el FMI pero a un año de plazo. La deuda externa con fecha incierta de reestructuración. Todo esto nos dice que es muy difícil que en este contexto vuelva la inversión privada, por ende las acciones seguirán con bajo volumen.

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