Educación: Chicos modelos para los padres

Marcela Isaías / La Capital

Las estrategias que se dan en las escuelas públicas para sumar esfuerzos y sostenerse suelen sorprender por su creatividad. Pero además, a veces, son los chicos quienes dan la nota y el ejemplo a sus padres. Este es el caso de la experiencia encarada desde el año pasado en la escuela Nº 119 Coronel Ortiz de Ocampo de Rosario con el proyecto "El niño cooperador escolar", recientemente premiado por la Fundación Arcor.

La vicedirectora de la escuela Nº 119, Delia Gelín, recordó que el proyecto del niño cooperador se organizó a partir de la escasa participación de los padres en la escuela. Por eso se pensó en organizarlos con un cuerpo de delegados que difundiera las necesidades y prioridades de cada aula.

La experiencia se extendió rápidamente y en la actualidad suma a unos 40 niños, que cursan entre el 3º y de 7º año de la EGB, en distintas actividades. Según relataron los chicos cooperadores, las tareas van desde relevar las necesidades de cada aula hasta aquellas que incumbían a toda la escuela. Por ejemplo, cambiar vidrios u organizar algún taller extraescolar.

Pero lo principal, en definitiva, es aunar esfuerzos para que la escuela crezca. Sin dudas, la iniciativa tiende con el tiempo a contagiar a los padres, o al menos a convertirse en un ejemplo para los adultos.

El desarrollo de este programa incluye una activa comunicación entre los chicos y la asociación cooperadora. Es justamente la presidenta de esta entidad, Angélica Curto, quien se reúne con los alumnos periódicamente para intercambiar opiniones.


Premiada
La puesta en marcha de este trabajo fue presentada en el concurso organizado por la Fundación Arcor a principios de este año y conocido como "Mi escuela crece". En él, entre 49 escuelas finalistas de todo el país, 20 resultaron ser de la provincia de Santa Fe. Una de ellas fue la Nº 119; otra representante de Rosario fue la especial Nº 2069 por su taller de carpintería.

El premio fue entregado en la ciudad de Santa Fe el jueves pasado y consiste en 3.500 pesos. Según relató Delia Gelín, el dinero será invertido en la puesta en marcha de un taller de diseño gráfico y edición, "donde se confeccionarán desde los diplomas de séptimo hasta las tarjetas de las fiestas que organiza el Club de Madres". La tarea será coordinada por profesores capacitados en el tema y se piensa incluir en el taller a estudiantes de la universidad.

"El proyecto del Niño Cooperador surgió para lograr una participación más activa de los alumnos, con proyección al grupo familiar", dijo la vice. En su opinión, esta experiencia sirve para "sensibilizarlos y rescatar los valores de la solidaridad y responsabilidades compartidas". A la hora de calificar los resultados de este proyecto los definió como "buenísimos". Sin dudas, los papás mucho aprenderán de esta experiencia donde los chicos son protagonistas.