| domingo, 06 de julio de 2003 | Estilistas: Practicidad Carlos Melo Cuando se decide por un servicio de peluquería, es fundamental previamente conocer las posibilidades reales del cabello. Generalmente son aptos si han sido bien cuidados, por ejemplo, unos reflejos podrán ser más o menos claros y/o abundantes según la salud del cabello. A veces pueden realizarse dos trabajos juntos (ondulación y mechas), y otras es imposible.
Antes de decidir un corte, un determinado color, unos reflejos o una ondulación, es necesario considerar también las preferencias y la fisonomía (tipo de rostro, edad, complexión física y hasta la actividad diaria). De allí parte cualquier tipo de trabajo que se desee realizar. Será el profesional quien considere todos estos factores.
La practicidad del acabado es una condición solicitada a diario, ya que la poca disponibilidad de tiempo para el arreglo personal exige estilos fáciles de acomodar con la ayuda de geles, pomadas texturizantes o ceras. El toque final lo da el uso de un champú adecuado y una hidratación que mantenga la vitalidad y el brillo.
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