| domingo, 06 de julio de 2003 | Mitos y creencias de la lactancia A través de los años se han ido tejiendo diferentes creencias en la sociedad con respecto a dar el pecho. A partir de los '80 los estudios han ido demostrando que estos mitos no tenían fundamentos ciertos. Algunos de ellos, son:
* ¿Puedo amamantar si tengo busto pequeño?
Todas las mujeres tenemos la misma estructura básica y funcionamiento de la glándula mamaria. La cantidad de tejido adiposo dentro del pecho es lo que determina las diferencias de tamaño. Es por esto que no es la dimensión de los senos lo que asegura la producción láctea sino el estímulo que reciba con la succión del bebé. Así, para tener más leche no se necesitan pechos grandes sino estimulación frecuente y mucha incorporación de líquidos.
* Mi bebé tiene un año, ¿le sirve mi leche?
A los doce meses un niño tiene capacidad para recibir muchos alimentos, la lactancia materna es un complemento ideal con un alto nivel nutritivo. Desde los 30 días de nacido el bebé, la leche mantiene en distintos grados de concentración el mismo aporte nutricional, permaneciendo así hasta el destete. La leche materna además, le ayuda al sistema inmune del niño brindándole los anticuerpos que necesita, ya que este sistema se termina de desarrollar entre los dos y los seis años. Decir que la leche no sirve porque el bebé ha crecido es uno de los mitos más arraigados.
* Según lo que coma, ¿mi bebé tendrá gases?
Los gases son producto de un desarrollo madurativo normal que no dependen de los alimentos que ingiera la madre. Está comprobado que algunos alimentos, sí pueden cambiar el sabor y hasta el olor de la leche materna, lo que es muy saludable porque ya lo prepara para la introducción de sólidos a los seis meses de edad.
* Si tomo frío en la espalda, ¿se me corta la leche?
El frío en la espalda podría provocar un resfrio, pero la producción láctea depende del líquido que se incorpora y de la succión del bebé y no de la temperatura corporal.
* ¿El bebé tiene que dejar el pecho cuando le salen los dientes?
La salida de los dientes puede causar dolor o inflamación en las encías del bebé y hacer que muerda el pezón o rechace el pecho. Se puede ofrecer algo frío antes de tomar el pecho, como algún juguete refrigerado, esto hará que el bebé se sienta más cómodo y tranquilo al estar anestesiadas sus encías. El destete no depende de la salida de los dientes, es una decisión que sólo deben tomar los interesados, el binomio mamá-bebé.
Estas preguntas surgen de inquietudes reales de muchas madres. En caso de otras dudas, enviarlas a [email protected] o comunicarse con los siguientes teléfonos: 4333004 (Gabriela), 4387826 (Valeria), 4554565 (Alejandra) y 4119263 (Silvia).
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