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 domingo, 06 de julio de 2003

Manifestación nudista contra los Sanfermines
La policía reprimió una corrida simbólica para que se terminen las sangrientas sueltas de toros

Activistas en favor de los derechos de los animales se desnudaron ayer para protestar contra los encierros de toros en las calles de la ciudad de Pamplona (norte de España), acusando a una de las más famosas tradiciones españolas de ser cruel con los animales.

Los activistas, oriundos de todas partes de Europa occidental habían planeado correr desnudos a través de las calles de la ciudad siguiendo la ruta de los encierros anuales de toros, que empiezan mañana, pero su intento se vio frustrado por la policía, que dijo que la manifestación no estaba autorizada y bloqueó su camino.

Sin embargo, unos 20 manifestantes se desnudaron totalmente, para escenificar la protesta, cerca del centro de la ciudad, donde se les unieron decenas de personas que sí mantuvieron ropa puesta, ya sea toda o en parte.

Caminaron en círculo, con carteles y cantando "Liberación animal" y "Paren las corridas de toros". Varios hombres y mujeres desfilaron completamente desnudos, sólo con un par de cuernos de plástico en la cabeza, o una falsa cabeza de toro.

Los manifestantes, entre quienes había españoles, italianos, alemanes, ingleses y belgas, fueron cercados por dos líneas de policías, que empujaron a todo aquél que intentara atravesar el cerco. Un manifestante fue arrastrado por los policías, pero fue rápidamente liberado.

"Queríamos correr por las calles desnudos y así ofrecer un festival alternativo al tradicional encierro de los toros. La policía nos detuvo", dijo Sean Gifford, miembro de un grupo con sede en Estados Unidos que lucha por los derechos de los animales y organizó esta protesta.

Las fiestas de San Fermín comienzan hoy en Pamplona con el chupinazo (disparo hecho con un cohete que señala el comienzo del festejo), y la fiesta se prolonga durante una semana.

Todas de esta semana se sueltan toros por las calles del casco antiguo, y cientos de intrépidos corren por el trayecto de 825 metros, tratando de evitar ser corneados.

El encierro lleva a los toros de corrales hacia la plaza donde más tarde, el mismo día, tomarán parte de una corrida. El festival, hecho famoso por Ernest Hemingway en su novela de los años 20 "Fiesta", atrae a miles de turistas de todo el mundo.


Corridas violentas
Los corredores a menudo son heridos por los toros, y desde 1900, han muerto 13.

Los manifestantes de ayer se oponían tanto a las corridas de toros como a los encierros de San Fermín.

"Cuarenta mil toros son asesinados en las corridas de toros españolas cada año, en las más horribles maneras. Esta es una tradición que tiene que terminar", dijo Gifford.

"En los encierros de toros, tienes animales aterrorizados escapando y resbalándose a través de las calles empedradas. Muchos de ellos sufren fracturas de huesos. Al final de esa terrorífica estampida, los espera una atroz muerte en la arena".

Eveline Peynsaert, de Overyse, Bélgica, miembro de un grupo antitaurino, dijo: "Queremos que este tipo de espectáculo se detenga. Lo encontramos cruel. No estamos en contra de la tradición, pero sí en contra de la crueldad con los animales".

El ex minero Robert Lewis, de 54 años, de Swansea, Gales, dijo que los encierros de toros son inhumanos y deberían terminar.

Agregó que la respuesta de la policía a la manifestación fue "un poco errónea. Iba a ser una manifestación pacífica y nadie iba a causar problemas aparte de correr desnudos", dijo.

La protesta fue mucho mayor que una primera carrera de desnudos que tuvo lugar el año pasado, pero los puntos de vista de los manifestantes no parecen tener mucho peso para los residentes de Pamplona, muchos de los cuales miraban la manifestación con asombro.

Isabel López, de 33 años, trabajadora de una clínica, dijo que los toros eran una parte esencial de las fiestas por el santo patrón de Navarra, San Fermín: "Los Sanfermines sin toros no significarían nada", dijo. (Reuters)

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Los activistas llevaban cuernos de plástico.

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