La historia de un conflicto que mañana suma otra huelga

El conflicto que mantiene enfrentados al gobierno provincial y los empleados públicos se remonta a varios meses. Cansados del congelamiento salarial y luego de ser testigos de incrementos en los haberes de los privados, desde los sindicatos estatales comenzaron a mostrar descontento y a exigir recomposición en los sueldos. En un intento por frenar huelgas y marchas, la administración de Carlos Reutemann ofreció 60 pesos de incremento y se comprometió a derogar la ley de emergencia previsional, que imponía descuentos excepcionales en los salarios con el fin de sanear la Caja de Jubilaciones de la provincia. Pero la propuesta fue descartada de plano y el martes pasado los estatales marcharon por el centro de la ciudad, al tiempo que pararon sus actividades durante varias horas.

Las medidas de fuerza volverán mañana, ya que los gremios nucleados en la intersindical anunciaron que no darán marcha atrás en su decisión de ir a la huelga por 24 horas.

Este nuevo paro no tendrá movilizaciones. Desde el gremio que nuclea a los docentes (Amsafé) ya se anunció que cumplirán la medida pero con asistencia a los lugares de trabajo. Eso sí, los alumnos no tendrán clases.

Por su parte, el gremio que nuclea a gran parte de los empleados públicos (Upcn) también hará paro pero con concurrencia a los lugares de trabajo. Esto garantiza las guardias mínimas que se requieren en los servicios de salud y los comedores escolares.

Los empleados municipales, en tanto, no concurrirán a los lugares de trabajo. No obstante, desde la conducción del gremio se ratificó que se mantendrán las guardias mínimas.

Lo cierto es que todas las miradas se centrarán mañana en la reunión que mantendrán los gremios con el gobierno provincial.