Año CXXXVI
 Nº 49.865
Rosario,
sábado  07 de
junio de 2003
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Las reservas hídricas para el trigo 2003/2004

Entrando en la nueva campaña triguera 2003-2004, queremos mostrar algunas particularidades de la distribución de la humedad del suelo en la región pampeana que se corresponden con este cultivo. El mapa de clasificación de las reservas permite hacer un buen análisis en el arranque del trigo.
Se observa un panorama con altas reservas de agua en la región norte y nordeste del área triguera, que van decayendo hacia el oeste y sur, para presentar un panorama de deficiencia en el sudoeste de Buenos Aires, específicamente en una franja, de orientación noroeste-sudeste, que se ubica al nordeste de Bahía Blanca (aproximadamente entre Pigüé y Tres Arroyos). Allí hay algunas áreas con sequía absoluta (sin agua útil), lo que seguramente no es cierto para los lotes preparados para trigo, que deben tener una reserva superior a la de la pradera permanente. Sin embargo, la situación para las siembras es deficitaria.
Esto es muy trascendente allí por tratarse de una importante región triguera. Solamente en esta franja se da una situación que puede clasificarse como "mucho más seca que lo habitual para la época". Por otra parte, hay zonas vecinas de La Pampa y del sudoeste de Buenos Aires, y aún en la misma Bahía Blanca, que tenían fuerte sequía en períodos anteriores, han mejorado sensiblemente en las últimas semanas por la oferta de lluvia recibida.
El otro extremo de la situación se presenta en el norte y este de Entre Ríos y en el nordeste de Santa Fe, con anomalías positivas extremas de humedad edáfica y con excesos de agua en el suelo. Pero esas áreas no son esencialmente trigueras.
También hay muy buena humedad en un pequeño sector de Córdoba hacia el norte de la capital provincial, pero allí se pueden considerar como una ventaja, pues no significan excesos y además representan un excelente comienzo de la campaña en cuanto a las reservas de humedad del suelo, tanto para los trigos a implantarse como para los recién implantados, en una zona que no es típicamente triguera pero donde la importancia del cultivo se ha visto incrementada en los últimos años con una mejora en el rendimiento.
Allí el período crítico del trigo tradicionalmente se presenta a la salida del invierno y comienzos de primavera, en que el balance de agua es estadísticamente negativo. Sin embargo, ante las reservas actuales podemos prever una llegada hasta dicho período crítico en muy buenas condiciones. Hay grandes posibilidades de dar muy buenos rendimientos allí, si se producen algunas lluvias en ese momento.
El resto de la región pampeana presenta en general muy buenas condiciones para las siembras, aunque serían muy bienvenidas algunas lluvias en el centro y sudoeste de Córdoba y en el centro y norte de La Pampa, lo mismo que en el este de San Luis donde suelen hacerse algunos cultivares de trigo.
La posibilidad de análisis que presentan los mapas de clasificación de las reservas constituyen hoy una herramienta muy valiosa, tanto para el diagnóstico como para la evaluación de escenarios futuros de los cultivos en la región pampeana y otras regiones agrícolas del país.
CCA (Consultora de Climatología Aplicada)


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