Un rosario de reclamos contra los bancos llovieron durante los últimos seis meses en la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor. Según un informe elaborado por esta dependencia, de las casi 3 mil quejas asentadas más de 850 fueron contra las entidades financieras. Los principales perjudicados por las maniobras bancarias, en estos casos, fueron los jubilados. Por supuesto, tampoco se salvaron las empresas prestadoras de servicios, históricas destinatarias de las quejas de los usuarios. El Banco de Entre Ríos Sociedad Anónima (Bersa) encabeza el ránking de las entidades más repudiadas por los usuarios. Desde diciembre hasta mayo se asentaron 730 reclamos, lo que representa el 30 por ciento del total de las quejas. El 95 por ciento de las denuncias que apuntaron al Bersa fueron en rechazo a los créditos encubiertos a los jubilados bancarizados y el 5 por ciento restante fue por inconvenientes en cajeros y altos intereses en créditos. "El problema se desató cuando los bancos, en especial el Bersa, pusieron dinero disponible de más en las cajas de ahorro de los jubilados y ellos retiraron esa plata pensando que les estaban devolviendo el 13 por ciento que el gobierno les había quitado anteriormente", explicó a La Capital Fernando Federico, asesor legal de la Oficina Municipal del Consumidor. El letrado apuntó que el retiro de esos fondos extras depositados unilateralmente por el banco generó un costo para los abuelos, que terminaron pagando grandes intereses y un seguro de vida, sin siquiera haber sido consultados. En el mismo sentido, se repitieron denuncias contra el Nuevo Banco de Santa Fe, el Bisel, el Boston, Bansud y otras entidades, aunque en menor escala. Otro 17 por ciento de las casi 3 mil quejas asentadas en los últimos seis meses en la Oficina Municipal del Consumidor fue contra Aguas Provinciales (unos 520 usuarios), y contra distintas empresas de servicios. Por ejemplo, también coleccionaron reclamos la Empresa Provincial de la Energía y las empresas telefónicas (7 por ciento cada una). En el caso del agua, "las mayores protestas fueron por casos de clientes morosos a los que la empresa estaba en condiciones de cortarles el servicio. Y, si bien no les interrumpía el suministro para evitar el escándalo, igual cobraba 300 pesos por la reconexión", detalló Federico. Pero no sólo los reclamos fueron contra entidades privadas y prestadoras de servicios. También hubo protestas en contra de la Administración Provincial de Impuestos (API). Más de 350 personas se quejaron debido a reajustes en las boletas del impuesto inmobiliario "sin avisar a los contribuyentes", finalizó Federico.
|  En seis meses hubo 730 reclamos en contra del Bersa. |  | Ampliar Foto |  |  |
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