Los afiches estaban pegados en las paradas de colectivos de varias ciudades y pueblos en los alrededores de Rosario. Ofrecían la posibilidad de comprar electrodomésticos de segunda calidad a bajo precio, pero no se trataba sino de un anzuelo para atraer a las víctimas hasta Rosario. Cuando finalmente se encontraban con el supuesto vendedor, éste los asaltaba a punta de pistola y luego los amenazaba de muerte para que no los denunciara. Ahora el autor fue procesado por robo a mano armada e intento de homicidio.
Aunque sólo hubo dos casos comprobados de esta modalidad de robo, los investigadores creen que podría haber más víctimas del ardid perpetrado por Ramón Fabián de los Santos, alias Diablito, de 26 años. Las víctimas de los asaltos fueron seis, tres de Empalme Villa Constitución y los otros de Puerto San Martín. En cambio, una mujer a la que estuvo a punto de matar es de Rosario: recibió un tiro en la cabeza y la bala quedó alojada debajo de un ojo.
Amenazas de muerte
A De los Santos lo atraparon después de que baleara a un auto en Rivarola al 800. "A ustedes los ando buscando para matarlos", gritó a los ocupantes del vehículo justo antes de apretar el gatillo. Al parecer llevaba meses amenazándolos porque los había asaltado y quería evitar que los denunciara. Aquella frase amenazadora es para el juez Adolfo Prunotto Laborde un claro indicio de que tenía el propósito de matar cuando disparó el arma, una pistola 9 milímetros. Por eso lo procesó por intento de homicidio.\Pero en el procesamiento también entraron otros dos episodios atribuidos al mismo sujeto. Se trata de dos violentos atracos a personas con las que se encontró en la zona de Bulevar Seguí y Rodríguez en compañía de otro delincuente. Las víctimas llegaron hasta allí atraídas por la posibilidad de adquirir electrodomésticos a bajo costo publicitadas en las garitas de sus pueblos. Según los anuncios publicitarios, prolijamente impresos en computadora, eran artículos de segunda calidad a precios muy módicos y atractivos.\Cuando se encontró con esas personas, con las que pactó el encuentro a través de un teléfono celular, De los Santos los condujo hasta un galpón donde supuestamente estaba la mercancía que buscaban. Es allí donde aparecía otro sujeto y entre ambos, a punta de pistola, despojaron a las víctimas del dinero que traían para la ganga que pensaban concretar.\Por estos hechos se lo acusó de robo a mano armada. Pero el juez Prunotto Laborde fue más lejos: consideró que el hecho de que el arma utilizada fuera una pistola lo convierte en un delito más grave. Su cómplice, en tanto, tiene un proceso en otro juzgado.
La Ciudad
