Año CXXXVI
 Nº 49.856
Rosario,
jueves  29 de
mayo de 2003
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El narco que sólo quería tener una despedida
"La hora 25", la nueva película de Spike Lee, se estrena en los cines rosarinos
Edward Norton interpreta a un cruel "dealer" que trata de recuperar su pasado antes de ir a prisión

Fernando Toloza / La Capital

Spike Lee sigue corriendo riesgos. Con una carrera reconocida y que a muchos los haría no apostar, el director eligió un personaje negativo para su nueva película, "La hora 25", que se estrena hoy en Rosario. En sus filmes anteriores, siempre buscó caracteres interesantes pero reciclables para el lado del bien, pero ésta parece ser la primera vez que asume el desafío de que el protagónico sea para un tipo que puede resultar desagradable e irredimible, en un papel a cargo de Edward Norton, el novio de Salma Hayek y actor de "El club de la pelea", junto a Brad Pitt, entre otras. Y al igual que Lee, Norton también corrió riesgos, ya que aceptó el rol casi a ciegas.
Norton interpreta en "La hora 25" a Monty Brogan, un narcotraficante de Nueva York al que le queda un día de libertad antes de su detención. Brogan está acostumbrado a la gran vida de los clubes neoyorquinos exclusivos, cuyas puertas se le han abierto en su carácter de proveedor. Esta vida de lujos lo ha alejado de sus orígenes, incluidos familia y amigos, y hacia ellos se dirigirá en su último día.
Brogan es un gángster. La violencia está entre sus actividades cotidianas. Cuando la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) lo pesca, le da un día para que "arregle" sus asuntos. Más allá de la credibilidad de la situación, Brogan se pone en plan nostálgico y vuelve, o simula regresar, a la vida que había abandonado cuando se puso en contacto con la mafia y aceptó ser un dealer de peso.
En esa vida dejada de lado y ahora retomada antes de ir a la cárcel, habían quedado su padre y dos viejos amigos de la escuela secundaria. Con el primero el afecto nunca había desaparecido, aunque la relación se había deteriorado por el mal carácter del padre y por las actividades delictivas de Brogan.
El reencuentro con los amigos plantea, para los tres, el tema de la adultez. De alguna manera, los tres sienten que aún siguen en una suerte de adolescencia, por más que Brogan haya sido un tipo capaz de matar a quien se interpusiese en sus negocios. De los dos amigos se destaca Jacob (Philip Seymour Hoffman), profesor de escuela que se ha enamorado de una alumna. El amor adolescente de un hombre maduro, la contradicción que le provoca, lo pone en contacto más estrecho con Brogan, quien además de sentirse como un chico, también se pelea contra el amor que siente por su novia.

Papel por correo
Edward Norton es uno de los actores en la cúspide de Hollywood, ubicado en la misma generación que Brad Pitt, Johnny Depp y Leonardo DiCaprio. Su prestigio y cachet no le impidieron pedirle por carta a Spike Lee un papel en alguna película.
Después de ver "El juego sagrado" Norton le escribió al realizador. La película no había sido tratada bien por la crítica y la carta de Norton elogiándola no cayó en saco roto. Según Norton, las reseñas habían visto al filme en forma literal y habían ignorado el secreto que lo hacía brillar.
Después de la carta, realizador y actor se cruzaron, y el gesto de la misiva y el talento de Norton bastaron para decidir a Lee a ofrecerle un papel: Morty Brogan en "La hora 25".
Para abordar el personaje, Norton investigó sobre el modus vivendi de la gente que está en el negocio del narcotráfico. Entre otras averiguaciones, habló con un abogado que había defendido a varios dealers y conocía el mundo en el que se tenía que manejar el personaje de Norton.
Sin embargo, el actor aclaró que la charla con ese abogado había, en realidad, contribuido a la información que él quería tener y no para darle las características a su personaje.
"Realmente no era nada extraordinariamente dramático. Llamé a esta persona. No traficaba con drogas ni nada, pero había tratado, como mi personaje, con gente muy rica en el Upper East Side. No era nada demasiado peligroso. Me dio algunas respuestas que fueron ilustrativas, pero eso no fue realmente un componente de la película, sólo fue para mi propia información", dijo.
"Más que las experiencias del abogado, en una película como ésta mucho tiene que ver sólo con la empatía, el ponerse en el lugar del otro, imaginarse que uno se encuentra en esas circunstancias y dar nuestras propias respuestas de alguna manera", añadió.
En cuanto a cómo fue trabajar con un director con el soñaba filmar, Norton aseguró que Lee se prepara en forma minuciosa para cada película: "Quiere ensayar mucho. Desea allanar las preguntas, notas del guión y cambios y hasta desea planificar la geografía de las escenas, cómo se van a interpretar y también le gusta ver películas. «Esta es una película que me gusta porque se relaciona un poco con lo que estamos haciendo», dice y luego te proyectaba esa película. Teníamos un ensayo durante el día, todos se tomaban un descanso para cenar y luego a las ocho de la noche se hacía una proyección".
Entre las películas que vio el equipo de "La hora 25" se contaron "Perdidos en la noche" ("Midnight Cowboy") y "On The Waterfront", a las que el director eligió porque tratan de personas un tanto perdidas en Nueva York, donde también transcurre la acción de "La hora 25", y sobre una persona que debe tomar un decisión que terminará siendo de orden moral.
"Es una historia que explora temas con los que la gente se siente familiarizada", dijo Norton mientras se producía la película que tanto había deseado. "Todos tenemos amistades que están basadas en historia pasada pero quizás han perdido una fuerte conexión en el presente. A veces te sientas con alguien que conoces desde hace mucho tiempo y piensas: «Si recién te conociera ahora, no seríamos amigos». Pero la historia entre los dos los une. El guión explora la forma como las amistades pueden evolucionar, ahondando en el pasado a pesar de los resentimientos que se han desarrollado y que no han sido expresados y la forma en que la gente puede discrepar sin reconocerlo", sostuvo Norton para explicar la historia, que puede sonar un poco superficial, aunque la cámara de Lee es el reaseguro que allí habrá muy poco de levedad.



Edward Norton soñaba hacer el papel y lo pidió por carta.
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